jueves, 31 de marzo de 2016

PERSONAJES POPULARES PORTUGALUJOS: GREGORIO DEL CAMPO (1878-1923),"EL PINCHE"


Como vamos a preparar una entrada, dentro de las dedicadas a los comercios tradicionales, a las pescaderías de "las Pinchas" en el Mercado de Abastos, empezamos hoy recordando al fundador de la saga, Gregorio del Campo y Castillo.
Su historia nos la contaba Pedro Heredia en su libro de la Colección el Mareómetro, diciendo que la vida de "El pinche" fue romancesca en sus orígenes, pues llegó a la Villa como lazarillo de un ciego de edad madura, que algo debía ver, pues hacía muy bien la esgrima del palo en las costillas del muchacho.
Un día, yendo camino de Gallarta a la romería de San Antonio, mientras el ciego caminaba agarrado al carro de Facundo el churrero, el muchacho pensando en su fuga se hizo simpático a la mujer del aquel, conquistando su corazón con lo que esta comenzó su ataque sentimental al marido.
No hay nada que no consiga una mujer cuando se lo propone, decía Heredia, y así, poco a poco con insistencia machacona, acabó con la resistencia de Facundo, quien cuando acabó la romería y recogieron los bártulos, antes de emprender el regreso a la Villa se encaró con el niño y con aquel acento de autoridad un tanto brusco de los riojanos, le dijo: ¡Pinche! ¡Vamos, ya eres de los nuestros!
Y así se quedó con lo de “El Pinche”, como herencia para él y para toda su dilatada familia, pues casado en 1901 con Natalia Criado, tuvo trece hijos.
Se dedicó al palangre al igual que algunos de sus hijos, entre los que recordamos a Nisio y a “Nenote”, el primero de ellos acabó figurando como el último palangrero portugalujo.
Su mujer Natalia Criado, y algunas de sus hijas (todas conocidas como "las pinchas"), se dedicó a la venta del pescado, fundamentalmente el que traían los hombres del palangre.
La foto superior, de hace aproximadamente un siglo, está tomada en la plazoleta que se formaba al final del muelle viejo, al fondo de la cual estaba la casa llamada “del emigrante” donde vivió “el pinche” con su prole, por lo que es casi seguro de que entre los que aparecen algunos sean de su familia.

En la foto inferior bajo estas líneas, de una década después, aparece parte de su familia, Nisio en el centro, con Pepe, y Gaspara, y otros portugalujos como Miguel López (luego esposo de Gaspara) y Manuela Garrido.


miércoles, 30 de marzo de 2016

LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA Y EL CALLEJERO PORTUGALUJO (2)



Ayer recogimos los nombres de calles portugalujas que figuran en el "Catálogo de símbolos y monumentos públicos existentes en Euskadi que supongan una exaltación de la Guerra Civil y de la Dictadura", publicado por el Gobierno Vasco, y su referencia en el Diccionario Histórico de las calles de Portugalete, (2007).
Como José Manuel López Diez, autor de dicho diccionario, cuyo interés es evidente, opina que deberían añadirse como mínimo los nombres de Federico Martínez, Luis Galdós, Martín Fernández-Villarán y Monseñor Ángel Chopitea, recogemos su descripción, al margen de que como decía el Ayuntamiento en dicha edición, respetemos sus criterios y opiniones, sin que ello signifique que las podamos compartir en su totalidad.

FEDERICO MARTÍNEZ
Empieza en la avenida Repélega y termina en una campa, todo dentro del barrio de Repélega. En 1955 ya se llamaba así.
Este grupo de viviendas lo promovió la parroquia de San Cristóbal (que, posiblemente, también lo bautizó) para recién casados de Acción Católica. Por eso se llama como el ala-vés Federico Martínez Uriarte (1898-1936), capellán y maestro de aquella desde 1929 hasta su muerte. Y también "caído por Dios y por España", como figura en el mausoleo del cementerio. El presbítero José Echeandía (La persecución roja en el País Vasco, 1945) cuenta que estuvo preso en el barco Altuna-Mendi con "el benemérito y ejemplar Párroco de Repélega, don Federico Martínez, honra y prez de sacerdotes" y lo califica de "carlista".
Allí cayó en un fusilamiento colectivo en represalia por un bombardeo franquista. Y, al parecer, en 1960 se entregó un proceso martirial en Roma que aspira a canonizarle.

LUIS GALDOS
Empieza en la carretera de Ortuella y termina en Doctor José Zaldúa, todo dentro del barrio de La Florida. Se ha llamado travesía de Pando (en 1950) y Luis Galdós (desde el 23 de septiembre de 1968).
Luis Galdós García (1910-1981) fue un portugalujo afincado en Madrid, donde llegó a consejero nacional del Movimiento. Al parecer, incluso se habló de él como ministrable de Franco. Cuando le dedicaron esta calle, era por lo menos director general de La Unión Resinera Española, procurador en Cortes y presidente del Consejo Nacional de Empresarios, al que había representado en la Conferencia Internacional de Trabajo en Ginebra. También era benefactor del Hospital-asilo y, seguramente, amigo del alcalde.
Asimismo, los números 1, 3 y 5 aparecen en 1972 como Cooperativa de Viviendas Santo Domingo Sabio o grupo Montemar.

MARTIN FERNANDEZ VILLARAN
Empieza en Casilda Iturrízar y termina en Pedro de San Martín, todo dentro del barrio de Abaro. Se ha llamado Barrio Nuevo de la Chicharra (en 1861), Abaro (en 1868), estrada de Santa Clara (en 1930) y D. Martín F. Villarán (desde el 2 de mayo de 1959), aunque el tramo entre Casilda Iturrízar y Bizkaia se consideró estrada de Santa Clara hasta 1965.
Una de las cuatro calles dedicadas en 1959 a grandes benefactores del Hospital-asilo. Otra acta municipal explica que Fernández-Villarán había servido "desinteresadamente" y "durante largos años al Hospital-asilo de San Juan Bautista, en labor oscura y callada, rigiendo los destinos de aquella entidad como Hermano Mayor de su Junta". De hecho, "siempre ha atendido con notable generosidad a los necesitados", aunque "su virtud cristiana le ha movido a esconder no pocas de estas actividades y donaciones".
El castellano Martín Fernández-Villarán Fernández-Cormenzana (1878-1954) fue un influyente empresario local que perteneció a dicha junta hasta 1953. Tenía la medalla de plata de la Villa y era hijo adoptivo de Portugalete, esto último también por sus servicios al Ayuntamiento: los prestó en las dictaduras de Primo de Rivera y Franco, llegando a teniente de alcalde. Además, esta calle es paralela a la actual avenida Abaro, donde vivió Fernández-Villarán. Y sus herederos poseían terrenos en la zona de aquella.
No obstante, el Pleno del 14 de mayo de 1958 había acordado que en la hoy última manzana par de esta calle se mantuviese el topónimo El Cuervo. Y popularmente a Martín Fernández-Villarán se la denominó callejón del Muerto.

MONSEÑOR ANGEL CHOPITEA
Empieza en la avenida Repélega y termina en un callejón, todo dentro del barrio de Repélega. Se llama así desde el 31 de agosto de 1970.
Ángel Chopitea Múgica (1893-1991) es el máximo jerarca municipal del catolicismo franquista. Nacido en Lekeitio (Bizkaia), fue párroco de Santa María y arcipreste de Portugalete desde 1932 hasta 1961. Bajo Pío XII, organizó el Congreso Eucarístico del arciprestazgo y obtuvo dos títulos: el basilical para dicha iglesia y el de prelado doméstico (que implica el tratamiento de monseñor). Al ser cesado, recibió la medalla de plata de la Villa y le nombraron canónigo chantre de la catedral bilbaína. 
Al parecer, este nombre figuraba en la lista de la primera comisión que modificó el callejero municipal tras la muerte de Franco. No obstante, y siempre según el acuerdo plenario del 28 de septiembre de 1979, optaron por dejarlo para una segunda tanda de cambios.


En este blog y en la biblioteca digital se pueden encontrar diversas entradas hablando de estos personajes como lo ha hecho Tasio Munarriz sobre A. Chopitea, José Manuel López, sobre L. Galdós, o el folleto sobre la beatificación de F. Uriarte. 

Luis Galdós (pinchar)


martes, 29 de marzo de 2016

LA LEY DE MEMORIA HISTORICA Y EL CALLEJERO PORTUGALUJO



En la entrada anterior relativa al “panteón de los caídos” en el cementerio de Pando, intervino con un comentario José Manuel López Diez autor del Diccionario Histórico de las calles de Portugalete,(2007) publicado por el Ayuntamiento tras obtener un Accésit en el IX Premio de Investigación Histórica.
      Como consideramos que este trabajo es imprescindible a la hora de tratar el tema de los nombres de las calles a la luz de la ley de Memoria Histórica, y no está todavía digitalizado para su general consulta, queremos aportar nuestra colaboración recogiendo lo que al respecto se dice en dicho trabajo.
       Empezaremos hoy por los nombres citados expresamente en el "Catálogo de símbolos y monumentos públicos existentes en Euskadi que supongan una exaltación de la Guerra Civil y de la Dictadura", publicado por el Gobierno Vasco y que son Carlos VII, La Paz y Vázquez de Mella,
      En el citado trabajo se dice lo siguiente:

AVENIDA CARLOS VII
Empieza en General Castaños, atraviesa el ensanche de La Pajona y el antiguo barrio de Pando y termina en la carretera de Ortuella.
Se ha llamado N° 1 del Ensanche (en 1929) y avenida de Carlos VII (desde el 19 de febrero de 1938), pero el tramo entre Gregorio Uzquiano y la carretera de Ortuella perteneció a Pando hasta el 2 de mayo de 1959.
Una de las siete calles bautizadas en 1938 con nombres franquistas. Estos, según la moción municipal, pretendían homenajear a "los forjadores de la Vitoria [sic]" en la guerra civil, a los que "están construyendo una Nueva España, Grande y Libre, con su Jefe, nuestro invencible Generalísimo FRANCO a la cabeza". Y también a Carlos VII, "aquel gran Caudillo de la Tradición, cuyo espíritu y memoria vivirá eternamente en el alma de una gran parte de la Nación Española", y a José Antonio Primo de Rivera, "aquel otro gran Caudillo, fundador de la Falange Española". Hablaban, por lo tanto, de los principales mitos de cada parcialidad sublevada.
Concretamente, Carlos VII es el nombre dinástico con el que aspiró al trono español Carlos María de los Dolores de Borbón y Austria-Este (1848-1909), nacido en Eslovenia por casualidad. Fue el pretendiente carlista de mayor éxito político y militar, sobre todo durante la guerra civil de 1872 a 1876, cuando creó un "reino vasco" a su medida. En principio, la actual plaza del Solar iba a llamar-se Carlos VII y esta avenida, Generalísimo Franco, pero los promotores de la moción —varios concejales, casi todos carlistas— invirtieron los términos y así se aprobó. Algo parecido sucedió en otros municipios del entorno, como Sestao, que tuvo su Gran Vía de Carlos VII, o Barakaldo, con su plaza homónima.
Todos los nombres de la moción, salvo este, fueron derogados en el primer Pleno de la transición que modificó el callejero (28 de septiembre de 1979). En el segundo (30 de noviembre de 1979), se rechazó la denominación avenida de la Libertad, propuesta por Herri Batasuna. Y lo mismo ocurrió con la promovida por el Partido Nacionalista Vasco, avenida Lehendakari Agirre, en el vigésimo quinto aniversario de su muerte (1985). Consecuentemente, Portugalete es el único municipio vizcaíno que mantiene en su callejero este residuo franquista.

LA PAZ
Empieza en San Roque y termina en la plaza Darío Regoyos, todo dentro del barrio de Repélega.
Se ha llamado La Paz (25 Aniversario) (desde el 28 de marzo de 1964) y La Paz (desde el 28 de septiembre de 1979).
Existen dos acepciones de este nombre que ayudan a justificarlo en su contexto político: la de "pública tranquilidad y quietud de los Estados, en contraposición a la guerra o a la turbulencia" y la de "reconciliación, vuelta a la amistad o a la concordia". Ambas son comunes a todas las épocas, pero la segunda es típica de la transición o "ruptura pactada" con el franquismo, instituida por entonces.

VAZQUEZ MELLA
Empieza en Sotera de la Mier y termina en San Roque, todo dentro del alto homónimo.
Se llama así desde el 2 de noviembre de 1965.
Como el de Carlos VII y los ya suprimidos de Brigadas de Navarra, General Sanjurjo, Requeté, Tercio de Begoña y Tercio Ortiz de Zárate, este nombre es atribuible a concejales carlistas. De hecho, el Ayuntamiento se había gastado 615 pesetas (de 1945) en el homenaje estatal al "genial pensador y elocuente tribuno" asturiano Juan Vázquez de Mella Fanjul (1861-1923) y en adquirir 28 tomos de sus obras. Según otros, el personaje fue "verbo y paladín indiscutible" del tradicionalismo más reaccionario y ultramontano. Además, la calle está cerca del colegio público Zubeldia, que también se llamaba Juan Vázquez de Mella (desde 1939). La denominación figuró asimismo en otros callejeros vizcaínos: los de Barakaldo, Basauri, Santurtzi, Sestao. Pero solo la mantiene el de Portugalete, como sucede con la de Carlos VII.



lunes, 28 de marzo de 2016

EL PANTEÓN DE “LOS CAÍDOS” EN EL CEMENTERIO DE PANDO



Ahora que en el Ayuntamiento se está estudiando el asunto de los símbolos franquistas para la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, Tasio Munarriz nos explica la historia del panteón existente en el cementerio de Pando a “los caídos”.

      La Corporación municipal decidió construir un panteón dedicado a los “Caídos por Dios y por España” en el camposanto para enterrar sólo a los 42 llamados “nacionales” asesinados en los barcos-prisión y en las cárceles de Bilbao (11) o fallecidos en el frente (31). Todavía se conserva la lápida, aunque sus nombres son difíciles de leer. En algunos casos hay equivocaciones que no merece la pena citar aquí. Su construcción costó 13.740 pesetas, contribuyendo a su abono el vecindario con 5.516, 75. Lo realizó el contratista Manuel Leza Ibáñez, que ganó la subasta, con el proyecto de Santos Zunzunegui. Se inauguró el 22 de junio de 1938, primer aniversario de la ocupación de la Villa.
      Sólo fueron inhumados en este panteón 13 portugalujos muertos en combate. Los demás que figuran en la lápida fueron enterrados en la cripta de los “Mártires de Bilbao”, en panteones particulares o en otros cementerios o bien no se recuperaron sus cuerpos. Por eso, esta construcción, más que un mausoleo, es un panteón (“Monumento funerario destinado a enterramiento de varias personas”, según el diccionario de la RAE).
      En 1952 el gobernador civil informó al Ayuntamiento de que los familiares de todos estos difuntos podían dar su permiso para trasladarlos al Valle de los Caídos. Sólo 8 de los 42 dieron el permiso, entre ellos uno de los 13 del panteón. El resto de las familias lo negaron o no respondieron o bien no fueron localizadas para ser informadas.
      A partir de los documentos del Archivo municipal llegamos a la conclusión de que en este momento solo hay restos de 12 portugalujos en el panteón de “Los Caídos”. 


domingo, 27 de marzo de 2016

RECOGIDO DE LA PRENSA: LA FINCA LEXARZA DE JOSE Mª MARTINEZ DE LAS RIVAS



Sobre este tema encontramos también información en el trabajo sobre el 25 aniversario de la parroquia de San Ignacio, de Tomás Fernández Hernando, que se puede consultar en la Biblioteca Digital Portugaluja (pinchar aquí).




miércoles, 23 de marzo de 2016

NOTICIA PARA LA HISTORIA DEL WATER POLO PORTUGALUJO


     Esta entrada solo quiere aportar una página más a la historia de uno de los deportes más antiguos que se practican en la Villa, y todavía hoy con gran nivel, como es el water polo.
Ya dejamos constancia en alguna entrada antigua de que el equipo de water polo que se presentó en 1913, fue pionero de este deporte en España.
    La noticia de hoy que nos ha enviado Karla Llanos, la ofreció en agosto de 1925 el periódico bilbaíno El Liberal, y corresponde a  un partido en la ría entre los bilbaínos del Club Deportivo y el Portugalete, que presenciado por un numeroso público fue ganado por los portugalujos.
    Los componentes de nuestro equipo eran: Sáez, Barriocanal, Heredia, Llanos, González, Rubín de Celis y Federico.
    Llanos (Valentín) era el hijo mayor de Aurelio el famoso patrón de la trainera portugaluja.


martes, 22 de marzo de 2016

HERÁLDICA PORTUGALUJA (23): ANTIGUO ESCUDO DE SALAZAR


Nos encontramos en la antigua capilla de la Purísima, hoy de la Inmaculada, en cuya bóveda podemos contemplar un espectáculo heráldico. Nada menos que cinco escudos la decoran. Se desconoce el año de su construcción, pero sí sabemos que lo fue por encargo de Lope García de Salazar y Muñatones “El cronista” (1399 o 1400-1476) y su esposa Juana de Butrón y Mújica (1400-1469).
Dado que en el techo figuran cinco escudos, Ybarra tras identificar cuatro, dejó en una nebulosa el origen del quinto, dada la mala calidad de la fotografía realizada, que se vio acrecentada por la suciedad del escudo al que calificó de “borroso”, asignándolo al apellido Uribarri.
Esta asignación no tenía sentido, así que tras realizar unas fotografías con los equipos digitales actuales, apareció una figura no tan borrosa, que parecía una torre con sus almenas. La pregunta era clara. ¿A quién pertenecía ese escudo?
Si seguimos la lógica de la fotografía de conjunto, tendría que estar relacionado con Salazar, aunque el escudo de las trece estrellas de ocho puntas, que figura en el centro, por su tamaño mayor significa el todo. Y ese todo era la familia Salazar.
Lope García de Salazar en sus “Bienandanzas e Fortunas” nos dice en el libro XXI:
Este Lope Garçía eredó la casa de Salazar por[que] aquellos sus tíos no ovieron fijos legítimos e eredó la casa de La Çerca por aquel don Martín Roiz, su agüelo. E dexó las armas de Salazar, que eran una torre almenada con su cortijo, e las armas de la Çerca, que eran quatro almenas con su pitel blanqueçido, e tomó aquellas XIII estrellas doradas en un escudo, el canpo colorado; e así las tomaron e tienen todos los que d'él suçedieron.
Si nos fijamos en nuestro escudo vemos que la torre no tiene puerta ni ventanas, solo destacan las almenas que recorren el muro que da la sensación de ser circular o redondeadas las esquinas y una base sobre la que se apoyan los sillares de la torre.
Por lo tanto, tenemos en Portugalete una joya desconocida que estuvo a punto de desaparecer durante las labores de rehabilitación acometidas en 1991, y menos mal que el operario de la bujarda paró a tiempo y no siguió picando la torre, aunque esta quedó marcada para siempre y se borró algún sillar.
Los otros escudos representan:
SALAZAR: Se compone de trece estrellas de ocho puntas, colocadas en cuatro filas de a tres y una en punta.
MUÑATONES: Se ofrece partido: 1º las armas de los Asturias, con jaqueles de dos órdenes, de ellos seis lisos y seis veros; 2º las armas salcedanas del linaje derivado de la Casa de Asturias y por los Marroquín de Montehermoso usaron los Muñatones y que componen diez panelas, colocadas en tres ángulos de a tres, o sea una y dos, más otra en punta.
BUTRÓN: Ostenta la cruz sencilla, cargada de cinco lobos y cantonada de cuatro buitrinos.
MÚJICA: Con orla de cadenas, luce banda engolada en cabeza de dragantes y acompañada de dos escudetes, cargado cada uno de tres fajas.

JOSÉ LUIS GARAIZABAL


Tras esta entrada hemos actualizado en la Biblioteca Digital su trabajo que incluye ya hasta este escudo. (Pinchar aquí)

lunes, 21 de marzo de 2016

MARIA FRANCISKA DAPENA (1924-1995): EXPOSICION RETROSPECTIVA





El jueves pasado se inauguró en el Museo Encartaciones, una magnífica exposición retrospectiva de la obra de María Dapena que se podrá visitar durante este año.

Esta mujer tan recordada en Portugalete, tanto como artista como por su faceta política, llegó a la Villa, recién casada, con un hijo, a finales de 1950, procedente de Valmaseda y aquí nacería su segundo hijo. Su vida comenzó a moverse entre la responsabilidad de ser madre, esposa y artista y su compromiso con la gente, lo social y lo político.
Establecida en Buenavista, viviría aquí los años claves en su trayectoria vital, frecuentando tanto los centros artísticos, intelectuales y políticos como hacían otros artistas de su época .
Su casa se convirtió en lugar de acogida y reunión para artistas e intelectuales de ideologías diversas (comunistas, anarquistas, nacionalistas,...) a los que les unía su pasión por el arte o la poesía y su oposición al franquismo. Así pasaron habitualmente Blas de Otero, Ibarrola, Dionisio Blanco, Vidal de Nicolás, Gabriel Celaya, Aresti, Marrodán, Fidalgo, ...
Era un lugar habitual de encuentro que permitía a los artistas intercambiar ideas, opiniones, hablar de arte, literatura o política y reflexionar sobre el modo de acabar con el régimen franquista
Mantuvo una vinculación grande con el partido comunista y en su casa ocultó durante tiempo a uno se los principales dirigentes como fue Ramón Ormazábal, siendo vigilada por la policía con lo que en 1962 irrumpió en su casa deteniéndola junto a su esposo Gonzalo Villate, y tras un consejo de guerra permanecería dos años en la cárcel. 
Tras su salida no vuelve a su domicilio, donde algún vecino la había denunciado y se afinca en Santurtzi, aunque su marido que sale de la cárcel dos años después mantuvo su taller de herrería en Portugalete.

En esta época sigue teniendo mucha relación con Portugalete, con la gente de la Sociedad Cultural, con la que participaría en sus dos exposiciones de pintura, y con el Hospital de San Juan Bautista que tras las obras de remodelación, interviene en la decoración de su entrada y capilla con bajorelieves, esculturas, dos cuadros de gran tamaño, así como otros varios distribuidos por sus salones.

jueves, 17 de marzo de 2016

RECUERDO DE LOS PUESTOS CALLEJEROS DE DULCES, BARQUILLEROS Y CARRITOS DE LOS HELADOS.



          Ya hace tiempo que no se encuentran en nuestras calles aquellos puestos ambulantes de dulces que muchos portugalujos recordamos en determinados puntos de la Villa, ni los barquilleros en la época de verano, o los carritos de los helados como Aberasturi o Sierra.
          En el Archivo Histórico Municipal se encuentran las licencias que muchas de aquellas personas, algunas muy populares, solicitaban al Ayuntamiento especificando por ejemplo que se trataba de “venta ambulante con un carrito de mano por el parque y playa de frutas y confiteria”, o como la que presentaron Sautu y Aberasturi, en nombre de la sociedad “El buen gusto”, en 1927, para instalar una caseta de venta de helados, pastas, dulces y refrescos.
          Por este puesto pagaron 1500 ptas al año desde 1927 a 1932. En este año encontramos que les parecía caro, siendo ya sólo Benito Aberasturi quien consigue la licencia por 1200 ptas.
          Así como la imagen de los barquilleros o de los carritos de Sierra, delante del ayuntamiento, todavía la recordamos han tenido que ser las fotos del archivo de María López Quintana, hacia 1930, quien nos descubran como eran los carritos de “El buen gusto”.

          Nuestra portugaluja aparece con la misma ropa en dos instantáneas, en el parque con el bombo de los barquillos, y frente al carrito, aunque en este caso no reconocemos el punto del pueblo en que estaba situado.

miércoles, 16 de marzo de 2016

MUESTRAS DE SOLIDARIDAD DURANTE LA REPÚBLICA



Hoy traemos a esta entrada dos muestras de solidaridad de Portugalete con las desgracias sufridas por nuestros vecinos guipuzcoanos y bermeanos en los años treinta.
La primera muestra la encontramos en un expediente del Archivo Histórico Municipal (C291 N51) en el que el Presidente del Batzoki anuncia su intención de celebrar una velada en el Teatro de Portugalete, el 12 de julio de 1933, a beneficio de los perjudicados por las inundaciones de Gipuzkoa, con la actuación de un coro de niños y la representación de la comedia Alma Vasca.
En el programa que se adjunta, figura que está organizada por la Junta Municipal, Emakume Abertzale-Batza y Batzoki y en el reparto aparecen conocidas señoritas portugalujas de entonces.
La segunda muestra se refiere a la tragedia sufrida por los pescadores de Bermeo, el año anterior de 1921 y la recogió la prensa de la época.
Las fotos, que ya las dimos a conocer en otra entrada del año pasado, nos muestran a la Banda de Música Municipal recorriendo las calles de la Villa, a su paso por El Ojillo, frente al convento de las Siervas, portando una pancarta que dice: PORTUGALUJOS. Bermeo llora la pérdida de los pescadores que la mar ha llevado. Ayuda a sus familias con tu limosna.
En la foto de la esquina se muestra el sistema que se usaba, de llevar una sábana para recoger las monedas que los vecinos lanzaban desde las ventanas de sus casas.


martes, 15 de marzo de 2016

LA REESTRUCTURACIÓN DE LA COFRADÍA DE MAREANTES EN 1925



Ahora que la Cofradía de Mareantes trabaja en el proyecto de hacer un Aula del Mar en uno de los locales vacíos del muelle viejo, traemos aquí la noticia que recogió El Liberal en 1925, y que nos ha facilitado Karla Llanos cuyo aitite Aurelio es uno de los protagonistas.
Como vemos en primera plana recogía “el banquete con que se ha solemnizado la reorganización de esta entidad”. En sus páginas interiores explicaba como “la Cofradía de Mareantes de la noble Villa y puerto de Portugalete fundada en 1861” tras una larga temporada disuelta se había reorganizado dotándose de un nuevo reglamento.
Si ahora, 90 años después, la Cofradía solicita al ayuntamiento un local en los números 22 y 24 del Muelle Viejo para poner en marcha el proyecto de Aula del Mar, en aquella época también solicitaba un local para “albergue de los emigrantes que embarcan en este puerto y por el retraso de los barcos, tienen que permanecer algunos días en la Villa”.
En aquella ocasión, con presencia del alcalde y secretario municipal Mariano Ciriquiain, que certificaba el acta de la reunión, fue nombrado mayordomo 1º, Facundo Soldevilla y mayordomo 2º, Aurelio Llanos, tesorero Deogracias Barañano y vocales, León A. Gutiérrez, Urbano Uriarte, José Mª Egusquiaguirre y Juan Peñarredonda.

En la Biblioteca Digital, se recoge la Historia de la Cofradía que escribiera César Saavedra (pinchar aquí) pero solo con su portada e índice, pues está sin digitalizar, cosa que animamos a hacer a los actuales miembros de la Junta para conocimiento de todos y en homenaje a César Saavedra, que años después formó parte de la Junta como vemos en la comida anual que celebraron ya hace años.





lunes, 14 de marzo de 2016

HERÁLDICA PORTUGALUJA (22): EL ESCUDETE DE UGARTE EN LA REJA



Veíamos en la última entrada dedicada a los escudos del coro, como Dª Sotera había abordado por su cuenta la reparación del coro y le toca ahora el turno al escudete que se encuentra en el centro de la magnífica reja que cierra la capilla de Santiago, y que como reza bajo él, data de 1569.
Dado que fueron Juan de Ugarte y su esposa Teresa Gómez de Martiartu, quienes construyeran la capilla y la reja en la fecha citada, equipándola con vestimentas, cálices, patena, vinagreras de plata y doradas, y que en su testamento se decía: “me costó a mí artos dineros y trabajos y he pagado hasta hoy por la capilla, reja, retablo y ornamentos e lo que hoy tiene, 3.000 ducados sin la dotación….”, no es descabellado pensar, que al igual que en otras rejas de la época, Ugarte colocara sus armas pintadas o grabadas en el escudete de la reja y que al cambiar de mano la capilla, primero a Alfonso de Salcedo en el siglo XVIII y luego al matrimonio, José Gorostiza y Sotera de la Mier en el XIX, estas fueran eliminadas.
En 1895, Dª Sotera acometió la restauración de la capilla y pintado de la reja, labor que perseguía desde 1877 y que por desencuentros con el ayuntamiento no había podido llevar a cabo. Pretendía trasladar los restos de su finado esposo (1876) junto a la pared exterior de la capilla que daba al antiguo cementerio y el ayuntamiento no permitía la exhumación al no cumplirse los plazos legales.
Dado que no quedan restos de grabado, es lógico pensar que, de existir, el escudo fuese pintado directamente sobre el escudete.
Las armas de los Ugarte presentan variantes. Si nos centramos en las que presentan animal y árbol, unas veces, éste es un roble y otras un espino, pero siempre en sinople (verde), lo mismo que el animal pasante, unas veces, es un jabalí y otras un lobo, siempre en sable (negro). Todo ello sobre campo de oro o plata.
El portugalujo Francisco Sesmero habló de: “En campo de plata, un espino de sinople y un lobo de sable pasante al pie”, coincidente con el asignado a los Ugarte de San Salvador del Valle, de donde era originario nuestro Juan de Ugarte: “De plata, con un espino de sinople y un lobo andante al pie”.

JOSE LUIS GARAIZABAL

domingo, 13 de marzo de 2016

CRISTÓBAL DEL MELLO REBONZA (1610-1673), enportugalete.com

El exceso de material a la espera de darle salida en esta entrada diaria del blog, hace que se nos haya quedado retrasada la ficha del mes pasado de enportugalete.com que dedicamos al almirante Cristóbal Mello que goza de una calle en la Villa.

Queda así completada la relación de fichas que algunos seguidores van guardando, y aprovechamos para recordar que José Luis Garaizabal hizo una interesante entrada estudiando el escudo. (Ver pinchando aquí)

viernes, 11 de marzo de 2016

LA CARRERA PARIS-MADRID DE 1903



Un 40% de nuestros seguidores lo hacen a través de Facebook, en donde hemos compartido una de las entradas de nuestro amigo Karla Llanos en Memorias de Getxo, referente a una de las carreras de coches que más expectación levantó al comienzo del siglo XX, en 1903.
Como consideramos que todo lo que tenga relación con el pasado de nuestra Villa, debe tener cabida en este blog lo recogemos aquí.

Según nos dice más que la propia carrera en sí, fue la caravana de turistas que la precedía, visitando las ciudades del tránsito, lo que provocó el interés municipal por lo que suponía de ingresos para comercios y consistorios, además de promoción turística.
Karla ha estudiado la repercusión que tuvo en Getxo, antes de utilizar el Puente Colgante, inaugurado diez años antes, apuntando que algunos de los expedicionarios (unos 60) cruzaron a Portugalete a cenar en el Hotel de Manuel Calvo.


Al margen de que ahora nos toque a nosotros recoger las noticias del evento en la Villa, reproducimos algunas imágenes aparecidas en La Ilustración Americana y Española del 30 de mayo de 1930, resaltando las dos correspondientes a su paso del Puente Colgante y recomendando el enlace con dicha entrada: Pinchar aquí.

jueves, 10 de marzo de 2016

ENIGMAS SOBRE LA MUERTE DE GUILLERMO CURIEL EN 1937




Tasio Munárriz, ya en noviembre de 2012, publicó aquí un artículo sobre Guillermo Curiel, jefe de la Guardia Municipal durante la república, (Pinchar para ver), que tras ser sometido a escarnio público fue ejecutado en el cementerio.
Como todas las personas que le han contado su versión no fueron testigos directos aunque a su vez dicen que se lo contaron testigos oculares, intenta desde este foro recoger alguna otra versión que le aclare más el suceso, por lo que agradece anticipadamente cualquier colaboración.

Recordemos que Guillermo Curiel fue jefe de la Guardia Municipal en la época republicana. Unos días antes de la entrada del Ejército de ocupación en la Villa, evacuó con el Ayuntamiento a Santander y cuando fue ocupada Cantabria, el 28 de agosto de 1937, se embarcó para Francia pero fue apresado.

1.- Datos documentados:
- El 4 de septiembre recibió sepultura en el cementerio de Portugalete en la fila 9, número 5 de la derecha. Causa del fallecimiento: Lesiones. (Todos los que morían en el frente o ejecutados era “por lesiones”).
- En los libros de defunciones del Registro Civil de la Villa no figura Curiel. Tampoco en el Registro de Bilbao. Se ignora si se les olvidó dar el parte de su muerte o apuntarlo.
- En “La Gaceta” del día 4 apareció la nota oficial “Sentencia cumplida” que comienza diciendo “En las primeras horas del día de ayer, fue cumplida la sentencia…”. En cambio, en la nota oficial de “El Correo” del mismo día 4 se lee: “En las primeras horas del día de hoy, fue cumplida la sentencia…” No hay duda de que los de la Gaceta se dieron cuenta de que el gobernador les obligaba a publicar la ejecución de Curiel horas antes de producirse ésta y quisieron arreglarlo sustituyendo el “hoy” original (día 4) por el “ayer” (día 3). En vez de arreglarlo, lo falsificaron más.

2.- Versiones diferentes sobre los momentos anteriores a su muerte:
- Le trajeron de la cárcel de Larrinaga el día 4 en un coche. Después de arrastrarle por toda la Villa teniendo sujetas las manos con una cuerda al parachoques trasero, lo fusilaron en una tapia del cementerio. Esta es la versión que recogí en el citado artículo de 2012.
- Le ataron con los brazos en cruz en una pared de la Travesía Santa Clara y los que pasaban le escupían. Después de ataron a un burro y le subieron por la Calle Nueva y General Castaños hasta el cementerio para fusilarlo.
- Le trajeron a la Plaza y atado con una cuerda lo subieron por las calles del Medio y del Ojillo hasta el cementerio.
- Le trajeron al Cristo y uno le pegó un botellazo en la cabeza. Luego lo llevaron al cementerio.


Como hemos dicho, cualquier otra aportación al tema será bienvenida.

miércoles, 9 de marzo de 2016

ANÉCDOTAS DE NUESTRA HISTORIA: CORONADA ENCINAS Y ALFONSO XIII



En una de las entradas de este blog (ver pinchando aquí) se trató de las visitas de Alfonso XIII que recogió el periódico "La Correspondencia de España" en 1907, relatando como tras su estancia en el Sporting, hizo el recorrido hasta el mercado de la plaza, la iglesia y entró en una tienda de la calle Santa María a comprar una muñeca. También fue al telégrafo, que estaba situado en el primer piso de General Castaños 20 y en vista del numeroso público que se agolpó en la puerta, el rey trató de salir por otra distinta, pero desistió porque los empleados no encontraron la llave. Después pasaría el transbordador subiendo en el ascensor hasta lo alto.

José Luis Garaizabal nos completa la noticia con una anécdota que se ha conservado por trasmisión oral, referida a Coronada Encinas, la esposa de Faustino Mañas, que este mes figuran en el calendario municipal.

"Como ya se ha dicho en este blog, a Faustino Mañas se le conocía por el apodo “Rey”  y a su establecimiento "Casa Rey" y así figuraba también en las facturas del negocio de alimentación que tenía en General Castaños nº 20 (actual farmacia de Victoria Sarria). Regentaba el negocio de ultramarinos junto a su esposa Coronada Encinas, a la que se conocía por “Corona” y tenían su vivienda detrás de la tienda, dando las ventanas a la Calle Nueva. 
Coronada debía ser una mujer singular con un carácter muy fuerte y según cuentan, y a pesar de su baja estatura, tenía una fuerza descomunal, pudiendo mover sacos que los hombres no se atrevían a cargar. 
Pues bien, sucedió que el día 8 de Septiembre de 1907, se acercó por allí el rey Alfonso XIII con la intención de llamar por teléfono a San Sebastián y subió, supongo que con alguien del séquito, al primer piso de la casa donde estaba instalado el telégrafo y teléfono. 
Se fue arremolinando un gentío alrededor del portal deseando ver a su majestad al salir, al cual tras realizar la llamada le sugirieron evitarlos, pasando por la vivienda de los Mañas y luego saltar por una ventana al carruaje que le estaría esperando en la calle Nueva. 
Así lo hicieron y llamaron a la puerta de la vivienda de Coronada con golpes de aldaba. Coronada estaría a sus labores y no abría la puerta, así que repitieron varias veces las llamadas hasta que se oyó su voz al acercarse. 
“¿Quién llama de esa forma a mi puerta?”
 Le contestaron “Su Majestad el Rey”
Coronada replicó airada: 
Qué majestad ni que historias, aquí ya tenemos bastante realeza, yo soy CORONA y mi marido EL REY”. 
Me imagino la situación con un Alfonso XIII cortado por la respuesta, pero las aguas se calmaron y por fin el Rey de verdad pudo huir de la muchedumbre por la ventana y de aquella airada mujer. 
Bajaron hasta el muelle, pasó a Las Arenas en el transbordador y para airearse del percance, subió luego a lo más alto del puente en ascensor. El corresponsal terminaba diciendo: “El Rey se quejaba del excesivo calor que hacía”. ¡No me extraña!. "


martes, 8 de marzo de 2016

RAFAEL GARCIA-BORREGUERO PADRÓ (1910-1979). PRACTICO DEL PUERTO Y PIONERO DEL ATLETISMO



Un mes más el periódico enportugalete.com nos ofrece la ficha, ya su número 80, de un querido portugalujo como fue Rafa García-Borreguero, capitán de la marina mercante, práctico de nuestro puerto y un referente obligado en la historia del atletismo vizcaino.

Lo recogimos al hacer unos Apuntes del atletismo portugalujo, en el nº 15 de Cuadernos Portugalujos, o cuando tratamos de la Familia García-Borreguero, en el nº 16, y también le hemos dedicado diversas entradas de este blog como pueden ser

http://mareometro.blogspot.com.es/2013/10/rafael-garcia-borreguero-y-los.html

lunes, 7 de marzo de 2016

ANÉCDOTAS DE NUESTRA HISTORIA: EL FUTBOL EN EL CAMPO DE LAS CANTERAS


Leyendo noticias referentes a nuestra Villa aparecidas en El Liberal del 9 de mayo de 1915, encontramos una titulada: Portugalete. En bien de la salud pública, referente a los primeros años de la práctica infantil del fútbol en la Villa. Dice así:

"Hace bastante tiempo que en el terreno contiguo a la parte zaguera de la parroquia de esta villa, por cuya parte superior va la carretera de Bilbao, los mozalbetes se dedican a jugar al football, rindiendo a diario grandes batallas en el deporte tan de moda.
Tal vez porque el ruido que producían molestaba, se ordenó, sin saber por quién, que para evitar el juego se hiciesen grandes hoyos. Esto no les agradó a los futbolistas y procedieron a taparlos, pues no estaban dispuestos a quedarse sin campo. 
Más tarde, y en vista de haber fracasado el primer intento, se ordenó, tal vez por la misma persona, que se depositasen extendidos a lo largo los escombros de una casa que en la calle Santa María fue derribada y desaparecieron por completo los partidos, renaciendo la tranquilidad junto al templo.
Pero ahora no es esto sólo, sino que arrojan también las basuras en condiciones peligrosas para la salud pública, contraviniendo además de una manera descarada lo dispuesto en las Ordenanzas municipales en lo que respeta a evitar toda clase de epidemias.
El alcalde puede personalmente comprobar esta denuncia y es de esperar que sin pérdida de tiempo ordene la limpieza de aquel foco de infección".

Aunque no tenemos referencias fotográficas a aquellos primeros partidos de fútbol, si que recordamos los torneos parroquiales que en los años 50 organizaban Periko Solabarría y David Fernández, que aparecen en la foto inferior junto a chavales como José Mª Alcalde, José Ángel Ugarte, Luis Mª Alcalde, Francisco Anero, Jesús Vega "Polo", Iñaki Arana, Valentín Llanos, José Luis Castañeira, Jesús F. Retana o Javier Aróstegui.

Las fotos superiores de Las Canteras las hemos recogido de facebook procedentes de Teresa Fernández.



domingo, 6 de marzo de 2016

ARCHIVO FOTOGRÁFICO FAMILIAR: MARÍA LÓPEZ QUINTANA (6)



Una parte de las fotos que contiene el archivo que estamos presentando y que como dijimos María López Quintana, donó a Xabier Martínez Bilbao, está tomadas en la parte alta de la Villa, como es la carretera que va a Cabieces.
Tras Mari con su sombrilla, las fincas de Coscojales-La Chicharra, con la Punta del Muelle y Algorta al fondo. En la foto de su perro se pueden apreciar las campas que bajaban hasta la carretera del tranvía. Unas aradas y otras repletas de txibiritas.
Las casas son las de la carretera y quizás la grande es la de la familia Goiarzu a la que apelaban “del cambio”. Seguro que nuestros vecinos santurtziarras lo aclararán gustosamente. La Punta con las escaleras del Sporting, también conocidas como “de los chicos”. El Sporting no estaba en su posición de fondeo invernal.
En la foto inferior (que interesará a no dudar a nuestros queridos vecinos) recoge toda una panorámica de Santurtzi.
Sacada desde la misma carretera. Se aprecian los barrios, antaño de jurisdicción portugaluja, de Coscojales y La Chicharra.
Llama la atención, en el centro de la foto, esas paredes que parecen un FRONTÓN. ¿Existió realmente o es un efecto óptico?. Ánimo santurtziarrak.
Al fondo, a la izquierda, la silueta de la torre de la iglesia de Mamariga y a la derecha, el chalet de San Ginés que ya vimos en una de las imágenes de Juan Antonio Cortés con una sardinera presurosa a sus pies.
En el centro el nuevo puerto y lonja de pescado, el rompeolas y contramuelle, y al fondo La Galea.




jueves, 3 de marzo de 2016

HERÁLDICA PORTUGALUJA (21) ESCUDOS DEL CORO DE LA BASÍLICA



El día 11 de Noviembre de 1872, una gran tormenta descargó un rayo sobre la torre de la Iglesia de Santa María, originando serios daños en la linterna y cúpula de la torre. Para ver el alcance de los daños, se montó un andamio desde el campanario para que el Arquitecto Municipal Severiano Achúcarro emitiese un informe sobre si era de absoluta necesidad su demolición o si por medio de apuntalamientos se podía salvar la situación.
Pues bien, cuando los carlistas destruyeron la torre a cañonazos el 5 y 16 de Enero de 1874, no hicieron más que aprovechar los daños del rayo, que no habían sido reparados y allí quedaron parte de los andamios colgando y el resto, junto a la linterna y parte de la media naranja, cayó sobre el tejado, afectando seriamente el coro, que no sabemos si era de piedra o madera.
Arreglada la torre y el tejado, entre 1886-1888, con la colaboración de Manuel Calvo, fue Dª Sotera de la Mier quien tomó las riendas de la reconstrucción del coro y presentó al Ayuntamiento un proyecto de Julio Saracibar fechado en Madrid el 20 de Mayo de 1894, junto a la solicitud para ejecutar por su cuenta algunas obras en el coro de la iglesia parroquial.
En el plano que realizó se pueden ver ya esbozados los dos escudos que vamos a tratar. En la última entrada, en la que hablaba de los escudos con las velas plegadas, sitos en la calle Santa María nº 1, decía que se talló uno de estos escudos, tomando como ejemplo los citados.
Se encuentra en la columna central-izquierda según se mira al coro y se presenta bajo una corona que muestra características de marqués y conde. El barco, navegando hacia la izquierda, luce tres palos con las velas recogidas y que están coronados por una bola y un gallardete en el trinquete. Se supone que el Ayuntamiento también colaboraría económicamente, tanto en el coro como en la iglesia, y de ahí la presencia de su escudo.
En la otra columna aparece tallado el escudo del Obispo de Vitoria (1890-1904), Ramón Gil Fernández de Piérola y López de Luzuriaga, (1829 Otiñano.Navarra – 1904 Vitoria) quién prestaría su colaboración en la reedificación del templo y concretamente en el coro, “Primer Obispo bascón de origen de la diócesis de Vitoria, por tanto hijo de la Euskal-Erria” como señalaba el Boletín diocesano, tomó posesión de la diócesis de Vitoria, que comprendía entonces las tres Provincias Vascongadas
Según Javier de Ybarra, Se presenta bajo un capelo (sombrero) mostrando en su primer cuartel las armas de Fernández de Piérola que se componen de cruz latina, acompañada de estrella de ocho puntas en el flanco derecho y de una luna menguante o tornada (sic - la luna está en creciente), con cara humana, en el izquierdo, ambas al pie de la cruz y orla el conjunto una cadena de eslabones; 2º las armas de Ochoa de Alda, con árbol terrasado y dos lobos en pal, pasantes al tronco; 3º las armas de Ortigosa, con dos árboles terrasados y oso entre ambos y empinado al de su diestra; 4º las armas de Bidaurre, que son cortadas por una faja que tiene en lo alto un lobo andante y en lo bajo una torre terrasada”.
  

JOSE LUIS GARAIZABAL 

miércoles, 2 de marzo de 2016

MUESTRAS DE RELIGIOSIDAD EN LA POSGUERRA: LA BULA



Con esta vista de Portugalete, hacia 1940, con los destrozos de la guerra todavía evidentes, como el puente Colgante, la casa de la Caja de Ahorros en la Plaza en construcción, el “ferry” de gabarras para cruzar la ría al fondo o la calle Abaro, desde 1938 bautizada como José Antonio Primo de Rivera, en primer plano, encabezamos esta entrada sobre un tema propio del mundo católico, que en la actualidad, en una sociedad minoritariamente religiosa y tan secularizada, es totalmente desconocido para muchos, como es la cuaresma.

Tasio Munárriz nos lo recuerda, ahora que han quedado atrás las fiestas de Carnaval que precedían a esta época austera para los católicos:

Debido a que la Iglesia prohibía a todos los católicos del mundo comer carne todos los viernes del año como un sacrificio y una penitencia pero lo permitía a los católicos españoles si compraban la bula de la Santa Cruzada, muchas familias la adquirían en la parroquia y en las capillas. Así podían comer carne los viernes de todo el año menos en Cuaresma. Esta costumbre era denominada “vigilia”. Los habitantes de la costa comían pescado fresco, que era caro, pero el que no podía pagarlo o vivía en el interior tenía que conformarse con bacalao, como el de Eguino.
El “menú de vigilia” que ofrecían los restaurantes se basaba también en el pescado. José María Salgado contaba que, acompañado por Angel Suárez, iba por los bares “aconsejando” a sus propietarios que retirasen de la barra los pinchos de jamón que ofrecían esos viernes. Puri, la del bar El Metro, escondía el jamón y el chorizo y, si algún cliente pedía uno de esos pinchos, les respondía: “No sé qué ha pasado. Esta noche los han robado unos ladrones”. 
El precio de la bula, a partir de una peseta, dependía de los ingresos económicos de cada familia. Los más pudientes pagaban más, hasta 25 pesetas y los pobres nada. Con bula o sin bula, la
abstinencia de carne los viernes de cuaresma se extendía también al miércoles de ceniza y al viernes santo. En estos dos días se imponía, además, el ayuno, que consistía en alimentarse con solo una comida fuerte en la jornada.
Los católicos que no cumplían estas normas cometían pecado mortal y tenían que cumplir la penitencia correspondiente, que solía ser comprar la bula. No era una limosna voluntaria sino un pago obligatorio para mantener el culto y clero. En concreto, en el extracto de las cuentas de 1940 del Hospital-Asilo figuran 100 pesetas como limosna de las bulas de la Santa Cruzada, dinero que fue a las manos del capellán.
Había también “la bula de difuntos”. Se compraba en la parroquia y se introducía en el féretro antes de ser enterrado. La finalidad de este rito era conseguir la Indulgencia plenaria, el perdón de Dios para los pecados cometidos por el fallecido y así pasar menos tiempo en el purgatorio. Yo no la he conocido pero las personas mayores me afirman que se utilizaba en la villa. Estas bulas desaparecieron en 1966, después del Concilio Vaticano II.

***
Bajo estas líneas una foto de numerosos portugalujos, algunos muy conocidos, en aquellos años de posguerra, en lo que en el mundo católico se sigue denominando "ejercicios espirituales".








martes, 1 de marzo de 2016

LOS BAILES DE LA PLAZA. APARICIÓN DE LOS ALTAVOCES Y LA RADIO EN 1933.



Recogíamos en un artículo anterior sobre el tema de los corros de baile en la Plaza, como en 1932, la adjudicación de los cuatro existentes había recaído en Julián Tellaeche y Víctor López que se presentaban juntos.
Al finalizar dicho ejercicio, en la nueva adjudicación para 1933 se produjo un hecho que iba a ser revolucionario en los bailes de la Plaza. Fue el ofrecimiento de Agustín Urbina Viguri de “una instalación amplificadora de micrófono radio y gramófono con sus correspondientes altavoces”, por un importe de 3.003 ptas. más beneficioso que las 2.500 ptas ofrecidas por Tellaeche y López y las 2.640 ptas de Emiliano Rubio Prieto.
La expectación que causó aquel verano el nuevo invento fue enorme, y ante “el éxito del nuevo sistema de música con altavoces, y las peticiones del numeroso público que concurre a expansionarse a los bailes armonizados por la Banda Municipal y los altavoces”, Urbina trasmitió en noviembre al Ayuntamiento, la posibilidad de seguir funcionando hasta las 9 de la noche, una hora después de retirarse la Banda.
La Corporación Municipal acogió también bien la medida, pero con la “condición de que ofrezca iguales audiciones de música varia todos los domingos y días festivos de 12 de la mañana a 1 de la tarde siempre que el tiempo lo permita”.
La iniciativa de Agustín Urbina, presidente a la sazón de la “Sociedad Cooperativa Obrera Constructora de Casas Baratas Villa Nueva”, y que en diciembre de 1932 había abierto en El Ojillo “un comercio de venta e instalación de aparatos de radio y artículos de electricidad” que se anunciaba como representante oficial de la casa Philips Radio, produjo un cambio radical en los bailes de la Plaza, desplazando definitivamente a los pianos de manubrio y a los acordeonistas callejeros.
De tal manera que al año siguiente, 1934, se estableció el concurso de adjudicación de los puestos de baile, “aplicando la radio”. Se presentaron 12 solicitudes, una de ellas la de Urbina y adjudicaron por dos años de contrato a Víctor y Mario López Alonso, de Santurce y Las Arenas respectivamente, que formaron una sociedad, con un aparato de radio marca Philips.
El aparato se colocaba en el kiosko y los altavoces se repartían por toda la plaza, cobrando el adjudicatario a los que bailasen una perra gorda los domingos y media los demás días. Por supuesto las mujeres no pagaban.
Bajo estas líneas recogemos a través de los programas de festejos la trasformación que fue sufriendo la amenización de las romerías en la Plaza.