miércoles, 30 de noviembre de 2016

RECORDANDO LOS JUEGOS DE LA INFANCIA (4)



Siguiendo con los juegos infantiles, Marcos Merino Martínez, nos dice que no puede olvidar las goitiberas, “con las que nos gustaba competir y las carreras que hacíamos”.

“Las goitiberas, podían tener tres o cuatro rodamientos. Las de tres rodamientos eran pequeñas, el último rodamiento que compré me costó 2 pesetas, y era para manejar uno solo. Se ponía un rodamiento delante en un taco de madera y dos atrás, después sobre estos ejes se ponían las tablas para el asiento y la palomilla, para dirigir la goitibera con los pies.
Buenas carreras competíamos desde San Roque hasta el Cristo, y cuando la goitibera era de cuatro rodamientos con varios compis, las carreras eran desde el Cementerio hasta el rio Ballonti. El único automóvil que nos solíamos encontrar era el de un médico de la zona minera que venía a Portu para su consulta.
"Trompa". Había dos clases de trompas, las gordas y panzudas que lanzábamos con fuerza y se cogían con la mano, y cuando estaban bien domadas se lanzaban sobre una chapa. Las otras trompas eran de forma picuda con clavos más largos y afilados que se tiraban contra otra trompa que estaba en el suelo para mellarla.

"Canicas y chapas". Nuestra materia prima estaba en las dos fábricas de gaseosas instaladas en nuestro entorno la de "Sirimiri" y la de "Berriatua". Se fabricaban dos clases de gaseosas unas con tapón metálico y otra con canica. Después de lavadas las botellas se echaba con un embudo una medida de jarabe químico, se introducía en una máquina para el llenado del agua y el gas carbónico. En las primeras normalmente no sucedía nada, pero en las de canica a pesar del gran espesor del vidrio de la botella, con alguna frecuencia explotaba con estruendo. 
"Sirimiri" los domingos por la mañana, todos reunidos se hacían las cuentas de las ventas de la semana y alguna vez me soltaron una peseta por las ayudas prestadas en el llenado del jarabe de las botellas. 
Estas chapas y canicas servían para todo, carreras sobre circuitos de tiza, pititacos, a taco y palmo, etc.” 

martes, 29 de noviembre de 2016

RECORDANDO LOS JUEGOS DE LA INFANCIA (3)



Continuamos con los recuerdos de infancia de Marcos Merino en los años de posguerra en la Villa.

“Dos juguetes comprados he tenido en mi niñez. Una escopeta con dos cañones para disparar pistones, me la compró mi madre por 0,95 pesetas, después de bien pasados los reyes (hoy lo llamamos rebajas) y el otro juguete fue un triciclo que me duró tanto, que al hacerme mayor, las rodillas me pegaban en el manillar y ante mis quejas lo tuvimos que jubilar.
Volviendo a los otros juegos, "Txorro Morro" era uno de los más habituales. Se formaban dos equipos y un ama. Un equipo se colocaba debajo a lo "Burro", apoyando la cabeza en el regazo del ama y el otro equipo saltaba sobre los primeros. Cuando todos estaban encima el ama cogía un dedo del primero de arriba y preguntaba ¿Txorro, Mono, Piko, Tallo, Ke? y el de abajo elegía uno y si acertabas se cambiaban los tumos o también cuando por el peso se derrumbaban los de abajo.
El juego de "Pala y palillo", consistía en una pala de madera, más o menos rudimentaria y un palillo, que era un trozo de rama afilado por ambas puntas. Se pegaba con la pala a una de las puntas saltando el palillo y al vuelo le arreabas al palillo, lanzándolo lo más lejos posible y el que lo hacía era el que ganaba.
También jugábamos al “balón" con un manojo de periódicos amarrados con cuerdas y a "pelota a mano" en el pórtico de la iglesia de Santa María (pelotas artesanales hechas con la lana que “apañábamos” de los ovillos de nuestras madres).
“Tiragomas” con una horquilla de madera de algún árbol y con la badana de algún zapato viejo, alambre de cobre y gomas de neumático de deshechos de algún garaje. El fin de los tiragomas era matar pájaros pero normalmente con poca fortuna. Quien conseguía un trozo de goma tenía un buen tesoro para canjear por otra cosa, un buen trueque.


lunes, 28 de noviembre de 2016

EL CAMPEONATO INFANTIL DE FÚTBOL INTERPARROQUIAL DE 1968



Hay muchos portugalujos que recuerdan este campeonato infantil que las distintas parroquias de Portugalete organizaron en 1968. En otra entrada ya nos enviaron una foto de uno de aquellos equipos, Los leones de Bailén, que volvemos a recoger bajo estas líneas.
Hoy con distintos boletines que repartían los viernes recordamos algunos aspectos del mismo.
Participaron 18 equipos que jugaban en tres campos de fútbol: En el poblado de la Babcook Wilcox, en el Colegio de los Agustinos y en el Colegio de Santa María. El número de chavales rondaban los 200.
El torneo empezó en febrero y acabó en mayo, con un reglamento en donde entre otras reglas encontramos que las sanciones del árbitro podían ser de suspensión de 10 minutos de juego hasta varios partidos.
Por los citados boletines podemos señalar los distintos equipos y algunos de sus componentes, que aparecen en algunas reseñas de los partidos, aunque debido al estado de las fotocopias algunos nombres tengan erratas:
 Los leones del Pedrusco: Pereiro, Alberto, Vadillo, Abad, Mariano,…
Bianchi: Ortiz, Laurrieta, Canes, Chiqui, Fernández, Sanz, Armolea, Luis Mari, Juveto,…
Juventus: Arieta, Salazar, Juanjo, Arana, Samaniego, Fermín, …
Cachorros del Athlétic: Buceta, Santiago, Carmelo, Vázquez, …
Zubeldia: Maruri, Arrieta, Langarica, Vaquero, Mazo, …
Kaikus: Manuel, Tapia, Villasate, Arcenillas, Julian, Ramón, Hierro, Francis, Illera, Alday, …
Leones de Bailén: (Se pueden ver a pie de foto)
Bianchi Chiqui: Sáez, Jabalina, Juan Cruz, Esteban, Chiqui, Francisco, …
Estivaliz: Moreno, …
Merengues: Infante, Chamosa, Alberto, Urioste, Romero,…
Cachorros del Pedrusco: Castor, Cortés, Juanito, José Luis, Carrasco, Llamosas,…
Ranger:
Los parroquianos: Zamorano, Sánchez, Garabieta, …
Cachorros del Instituto: Gil, Arce, García, Diez, Lucio, Arrizabalaga,…
Los Ángeles: Carlos, Angel, Mateo, …
Los salvajes: Alipio, Cheche, Román, Ildefonso,…
Racing: Germán, Goitia, Ropero, Pastor,…
Los acólitos: Ordoñez, Cervera, Angel, …
Los gogorras: Casto, Marcos, Mellizo, Gil, Bonilla, Carlos, Jesús, Juan, Toño, Supervia,…
El día de jueves santo, una selección de todos ellos jugó un partido contra el Zorroza, ganando por 4-2. En la alineación figuraban: Achutegui, Manolo, Alday, Arieta, Carmona, Jerez, Villanueva, Salazar, Zamorano, Ordoñez, Juan y Juanjo.
El 1 de mayo se volvió a jugar en el campo del colegio Santa María, figurando entre los convocados: Mendioroz, Manolo, Alday, Arieta, Carmona, Jerez, Puente, Salazar, Zamorano, Ordoñez, Juan, Juanjo, Achutegui, Gallareta, Romero, del hoyo, Supervia, Cortés, Jesus, Pereira, Beristain, Verdejo, Maruri, Castañeira, Jorge, Palacios y Bonilla.
En mayo, ya en las últimos partidos, la clasificación la encabezaban Los leones de Bailén, Leones Pedrusco y Juventus y entre los máximos goleadores estaban Primi, de los Leones de Bailén, Berto, de Los leones del Pedrusco, Maruri del Zubeldia, y Arce del Instituto.
Finalmente recogemos una selección que aparece a final del torneo:
Porteros, José Luis, Mendioroz, Achutegui, Gutierrez.
Defensas, Alday, Arieta, Pinto, Carmona, del hoyo, Jabalina, Romero.
Medios, Jerez, Puente, Jesus, Cortés, Langarica.

Delanteros, Salazar, Maruri, Ordoñez, Juanjo, Beristain, Pereiro, Zamorano, Sáez.




viernes, 25 de noviembre de 2016

RECUERDOS DE NIÑEZ: LOS BOMBARDEOS DE LA GUERRA CIVIL (2)



Seguimos recuperando los recuerdos de niñez de Marcos Merino Martínez (1930-2012), esta vez relacionados con los bombardeos durante la guerra.

"Nos situamos en la primavera del año 1937 en plena guerra civil. Próximos a la entrada de las tropas nacionales. Por esas fechas padecíamos bombardeos de la aviación alemana y para protegernos buscábamos refugio en el túnel del ferrocarril entre Portugalete y Santurce.
Si los días eran oscuros y lluviosos permanecíamos todo el día en el Muelle Viejo, próximos a la boca del túnel. Al oír la sirena anunciando un próximo bombardeo (una pitada larga indicaba precaución, la aviación enemiga había entrado en territorio de la República, tres pitadas cortas los aviones estaban muy próximos y una pitada larga, el peligro había pasado) buscando refugio rápidamente dentro del túnel, prácticamente a oscuras.
En el centro del túnel a la derecha entrando por La Canilla, había un ensanchamiento que se comentaba que era para una estación subterránea para el tren. Allí solíamos llegar con alarmas prolongadas.
Al pasar el peligro volvíamos al exterior a pasar el resto del día en espera de la llegada del atardecer para regresar a nuestros domicilios.
En los días con buen tiempo realizábamos el mismo “esparcimiento” en la otra boca del túnel en Peñota (nombre originario por la gran roca que existió en ese lugar que tuvo que ser volada para construir el relleno entre Portugalete y Santurce) y aprovechábamos para estar tomando el sol en la playa.
A medida que se acercaba el ejército nacional, los domicilios y la parte baja de Portu se hizo peligrosa, por lo que buscamos refugio en la parte alta, en casas de piedra y en la iglesia de Santa María.
En la madrugada, de tres a cuatro, del día 17 de junio de 1937, estando durmiendo en el chalet de la familia Retuerto, en la parte alta de General Castaños, nos despertó una fuerte explosión al ser volada la plataforma trasversal del Puente Colgante.
Muchas madres con sus hijos, nos refugiamos en el Hospital de San Juan de Dios, que tenía pintado el tejado con la Cruz Roja, para evitar los bombardeos. En este lugar fue donde entraron los nacionales y nos dieron unas hogazas de pan blanco.

Al volver a casa por el Cristo y cruzar las vías del tranvía, había 3 ó 4 falangistas, con camisa azul y un brazalete y con la mano en alto teníamos que gritar “Arriba España”.


jueves, 24 de noviembre de 2016

SORPRESAS DEL PALACIO LEXARZA

Tras corregir la entrada de ayer en que José Luis Garaizabal Flaño analizaba la fecha de la “plaza de los cerdos”, recogemos hoy otro de sus trabajos que teníamos pendiente:

En  la última visita cursada al palacio Lexarza, que como ya escribimos en una de las entradas sobre heráldica, fue construido por el matrimonio formado por  Santiago Martínez de Lejarza y Escarzaga (1815, Galdames) y Antonia de las Rivas y Ubieta (1820, Gordejuela). Estos decidieron trasladar su residencia a Portugalete desde Galdames, edificando en 1853 este palacio en el centro de la finca que se conoció inicialmente como “Villa Antonia”, luego “Lexarza” y hoy, “Parque Ignacio Ellacuría”.
Hasta ahora, no conocíamos ninguna imagen de ellos, pero gracias a la amabilidad de la Secretaria de Dirección de UNED-Bizkaia, (que además nos ha permitido realizar todas las fotografías que aquí mostramos) hemos tenido la oportunidad de admirar los dos retratos que se han recuperado del olvido y que debidamente restaurados y enmarcados, aunque muestran las huellas de haber estado enrollados y abandonados en un armario durante años, lucen en el acceso a la Sala de Juntas situada en una suntuosa estancia con una chimenea de piedra espectacular. En ninguno de los dos aparece la firma del autor. No tenemos la seguridad absoluta de que se traten de Santiago y Antonia, pero por la vestimenta y al hallarse guardados en el palacio, nos aventuramos a presentarlos como tales. Él, parece lucir un alfiler en el nudo de la corbata con una M (¿Martínez?). No creemos que se trate de alguno de sus hijos y esposas, ya que José María y Francisco Martínez de las Rivas, lucían unas imponentes barbas y vivieron de adultos fuera de Lexarza.
Ya dijimos que la familia de Santiago provenía del barrio Lejarza, en Güeñes, en el que se levantaba una casa solariega con el escudo familiar, hoy en día derribada y con su escudo en paradero desconocido. La encontramos en el descansillo superior de una majestuosa escalera, desde el que podemos deleitarnos con una preciosa vidriera en cuyo centro se distingue la casa mencionada de los Lejarza con un árbol desnudo de hojas en primer plano y sobre el balcón, el escudo, cuya copia figura en la fachada del palacio portugalujo. Esta vidriera está situada en la fachada que da a la UNED y la recogemos bajo estas líneas junto con la imagen de la torre de Güeñes en blanco y negro publicada en la Enciclopedia Auñamendi.
La tercera sorpresa, la constituye la magnífica escalera, que en su tramo inferior hasta llegar a la vidriera, es de madera tallada en su totalidad, destacando los leones y las águilas que coronan los montantes de la barandilla. 
Existe otra escalera a partir de aquí, pero su barandilla es de hierro forjado. Sobre ella, una claraboya con una vidriera en cuyo centro aparece una nave a vela, con una bandera con la cruz de San Jorge. La escalera principal con sus leones y esta vidriera la recogemos en las fotos de la derecha. 




miércoles, 23 de noviembre de 2016

LA FOTO DE LA PLAZA DE LA RANCHERIA, A EXAMEN


 La  foto del centro que presentamos hoy la dimos a conocer con la entrada que Andrés Vitores nos facilitó sobre su familia “los matacabras” dedicados a la venta de cerdos. Aunque nosotros la volvimos a recoger en otra entrada para hablar de esta plaza de la Ranchería que debido a este mercado acabó conociéndose como “plaza de los cerdos”, no ha sido hasta ahora cuando el Bar Txiki la ha utilizado para su calendario de mano y lotería, desatándose la polémica sobre su situación exacta sobre todo en los ámbitos tasqueriles.
Para su aclaración hemos recurrido a José Luis Garaizabal, el mayor dominador de nuestra trama urbana, para que nos aclare el tema, pues hay una serie de detalles que despistan para un análisis y datación correctos.
Nos ha realizado un extenso estudio del que entresacamos los siguientes datos:
La casa principal de la foto que numeramos como A, es la actual Atarazanas nº 1 y tiene fachadas a esa calle y a la travesía Santa Clara y no se había construido la siguiente, la nº 3, que hace esquina con la bajada a Coscojales.
Hoy en día se han cambiado la forja de los balcones y se ha raseado la fachada. Sus ventanas coinciden con las de la foto y solo se ha modificado la altura de las ventanas centrales. La casa fue construida, según el catastro, en 1910 y se levantó en el antiguo solar de la casa conocida como “La Torre” que pertenecía en 1876 a Antonio Echaniz.
El solar que está tras el vallado de madera, es sobre el que se levantó en 1912 la citada casa nº 3 de Atarazanas y que en ese año pertenecía al matrimonio Juan Echevarria y Carmen Echaniz
Despista la pequeña puerta que hay bajo un triángulo y que en un principio te lleva a pensar que sería la casa nº 6 de Atarazanas y que esa puerta luego la usaría en Cine Mar como salida lateral, pero no, esa puerta y el muro que va hacia la izquierda taponarían por alguna razón la calle Atarazanas. Son los enigmas principales de la foto.
La citada casa de Atarazanas nº 6 se levantó en 1914 y por eso al no existir entonces, permite ver perfectamente la casa izquierda de la foto.
La casa alta D que está tras ella, sería la que está a continuación de la casa del bar de Mari “la churrera” (Coscojales 14), pero con el tejado distinto. Presenta la peculiaridad de tener una especie de palomar adosado al muro medianero. La de Mari “la churrera” que es de 1860, no se ve en la foto, debido a su poca altura y bajo el palomar mencionado y tras el vallado de la plaza, parece que están sus chimeneas.
Al fondo de esta casa, asoman las ramas de un árbol muy alto (¿plátano?), que solo podría estar en el solar vacío entre Coscojales nº 4 y 10 (trasera del Batzoki).
Tras la señora de la derecha, la casa B, con el escudo de Cristóbal Mello que fue derribada en los años 70 y en su solar se levantó en 1979 el actual Coscojales nº 17 (Restaurante Pachín) con mayor altura.
Tras ella aparece la casa nº 15 de Coscojales, que hace esquina entre esta calle y Santa Clara, señalada como C.
En la foto, no se ve el resto de la calle Atarazanas, ni el nº 4 que es de 1904, ni la anterior a la que hoy en día hace esquina entre Atarazanas y Santa Clara, que es de 1914.

Por lo tanto, la fotografía se puede fechar en 1911, ya que la casa que aparece, A, se construyó en 1910 y la siguiente, que falta, es de 1912.

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Unas horas después de publicar esta entrada, José Luis que ha seguido investigando el tema, nos comunica apesadumbrado que hay una incorrección en el mismo que le surge analizando la construcción de las primeras escaleras desde Coscojales a Atarazanas en enero de 1923, y que tal vez el dato del Catastro, que asigna una antigüedad a la casa nº 4 de Atarazanas como de 1912, puede estar equivocado, pues el proyecto de esta casa es de 1920 y algo tiene que estar mal. Por lo que la fecha tiene que ser entre 1910 y 1923.

Como no queremos atosigarle, hemos retocado el título de esta entrada y nos damos tiempo para que complete su investigación y volveremos sobre el tema.

martes, 22 de noviembre de 2016

RECUERDOS DE NIÑEZ: LA GASOLINERA DEL CRISTO



En  los últimos años de su vida, que mantuvo relación con nosotros, Marcos Merino Martínez, un portugalujo nacido en El Ojillo en 1930, nos escribió algunos de sus recuerdos de niñez que ya publicamos en parte, en uno de los Cuadernos Portugalujos.
Vamos a recogerlos en este blog empezando por sus recuerdos de la Plaza del Cristo con la parada de autobuses y la gasolinera de Areso.

"El autobús hacía el recorrido de Portu a Gallarta pasando por los pueblos y barrios de la zona minera, Nocedal, Ortuella, etc y tenía su parada donde existía una gasolinera, en el Cristo, enfrente del bar de “Areso”, después “El Kilometro”.
Aparte del público que usaba el servicio a diario, la gente, mayormente juventud, lo usaban los domingos para venir al baile del chicharrillo de Portu. Estos autobuses funcionaron cierto tiempo con gasómetro.
La gasolinera era de color butano con las letras de Campsa en amarillo con una envoltura en forma abombada para proteger dos recipientes de cristal que uno se vaciaba en el vehículo y el otro hacía el llenado del depósito bajo tierra accionado con una manivela a brazo. A la encargada del servicio había que ir a buscarla al domicilio situado enfrente por el día y por la noche se cerraba el servicio. Todavía recuerdo el enorme agujero para sacar el depósito cilíndrico que había enterrado".




lunes, 21 de noviembre de 2016

DE LA ESCUELA DOMINICAL AL CENTRO XABIER DE LAS JAVERIANAS



Revisando viejos papeles encontramos unas cuartillas escritas por Teresa, Mª Jesús y Mª Carmen Carranza, en la que nos hablaban de Fernanda Carranza y de los Campos sobre la que preparabamos una reseña para el libro Portugalete y su gente, que se publicaría en 1991:

“Dª Fernanda creó la Escuela Dominical, según creemos, primero en una escuela pública, hasta que edificaron la casa de pisos, aneja a su casa-palacio, en cuyos bajos se instaló una capilla pública. 
La escuela tenía un salón muy grande, con escenario, para que las chicas hicieran funciones sobre todo al final del curso. En un entrepiso tenían una cocina donde también daban clase de esto.
Empezó el año 1914, antes de edificar, en 1918, la Casa y los pisos anexos, que fue donde estuvo posteriormente la Escuela.
Esta tuvo bastante importancia en la lucha contra el analfabetismo, pues enseñaron a leer y escribir a muchas chicas, se hicieron excursiones culturales, y también ayudaba a muchos padres que no estaban casados por falta de medios económicos, para que pudieran regularizar su situación, dándoles donativos, haciéndoles ajuares, y en algunos casos proporcionándoles vivienda.
A las que tenían vocación religiosa les pagaba la dote, pues había algunas órdenes que lo solicitaban.
La escuela duró hasta julio de 1936 en que empezó la guerra. 
Dª Fernanda tenía un gran temple y serenidad. Durante la guerra civil, en uno de los registros que tuvieron en la casa, reconoció a uno de los milicianos como el hijo de una alumna suya de la Escuela Dominical, saludándole, llamándole por su nombre y preguntándole por su madre y familia. Los demás se quedaron tan cortados que se marcharon sin dar explicaciones sobre el registro.
No tenemos ningún papel ni documentación de la familia, pues todo estaba en unas bibliotecas instaladas en el ático de la casa de la Plaza donde vivían (donde luego construyó la Caja de Ahorros) y durante la guerra cayó una bomba el 13 de junio de 1937, destruyéndola totalmente con todo su contenido y convertido todo en escombros.
En 1954 llegaron las Javerianas. Ella las trajo porque quería una orden religiosa que continuara su labor educativa con las chicas del pueblo y buscó la que más se adaptara a su idea y así continuar su obra.
Lo donó todo en vida. La Casa, la casa de pisos, y todo el terreno por delante y por detrás, que entonces llegaba hasta la Plaza del Cristo. Era bastante terreno con una huerta.
Mientras vivió Dª Fernanda con su hermana Dª Felisa, las Javerianas ocuparon la primera planta de la Casa y la primera de la de pisos, excepto dos que debieran respetar mientras vivieran los inquilinos que estaban en ellos. La casa de pisos debía dedicarse a Casa de Ejercicios Espirituales y en los bajos poner la Escuela Dominical, donde había estado.
Viviendo todavía Dª Fernanda, las Javerianas vendieron parte del terreno que daba a la Plaza del Cristo, donde construyeron otro edificio de pisos.”


viernes, 18 de noviembre de 2016

AMARRADORES PORTUGALUJOS



Hoy traemos a este blog un artículo escrito hacia 1990 por nuestro difunto querido amigo Gaizka Aróstegui, uno de los pilares que tuvo la Colección El mareómetro para consolidarse entre los portugalujos, que nos ha aparecido entre viejos papeles y que acompañamos con una foto del barco Habana tras la guerra, dado el tema marinero que trata y otra en la parte inferior en la que aparece él rodeado del grupo de candidatos por el PNV a las elecciones municipales de 1979.

"Mucho es lo que ha cambiado en la vida desde aquellos años en los que el marino portugalujo tenía que salir a alta mar a buscar la embarcación que pretendía recalar en los muelles del Nervión, hasta el momento presente en que gigantes náuticos de cientos de miles de toneladas atraviesa el muelle exterior del Abra de Bilbao.
Todavía está presente en mi memoria y eso a pesar de los años que van transcurridos, un día en que Víctor Urrestarazu, al que en Portugalete se conocía con el apodo de “el BUZO", nos contaba y no con orgullo, la odisea vivida cuando el "Avlona" se hundió en la "barra", pese a los esfuerzos realizados por ellos para que no sucediera.
Desde aquel día, la mayoría de los chavales de "Portu", nos reuníamos en las antiguas oficinas del "Ybaizabal", teniendo como asesores a Perico y a Merladet, para oír las mil y una anécdotas que los antiguos amarradores de le villa nos relataban.
Su inicio era siempre el mismo: "En aquellos entonces tenéis que tener en cuenta… Que las embarcaciones eran de vela la mayoría de ellas, ya que se estaba experimentando la navegación a vapor…  Que nosotros salíamos a remo en lanchones que pesaban más de lo que podíamos empujar..... Que los mares y vientos eran de bastante mas fuerza que en la actualidad… Que la necesidad era el motor que nos impulsaba a realizar acciones tan suicidas, y la mayor de las verdades es que éramos bastante más humanitarios que lo que se es ahora.
Y la verdad es esa, antaño se participaba de las angustias de los navegantes que se veían en apuros al atravesar la "barra", porque se luchaba cotidianamente con ella, hay quien dice que se les hacía mil y una jugadas para sacarles un buen "quiñón", pero eso era después de haberse jugado la vida por ponerles a salvo, y tras lograrlo venía la factura.
Entre los muchos amarradores que llegamos a conocer de los que faenaron en le barra antes de que Churruca la eliminara, no olvidaremos al famoso "Pacurro", hombre fantasioso y exagerado al que se podía perdonar todo por haber tenido que luchar con ella en inferioridad de condiciones, dado que le faltaba una pierna. A Máximo, que a su seriedad habitual, unía un carácter jocoso que disimulaba el drama de una vida expuesta a los embates del mar y que justamente rentaba lo que un sueldo en tierra. Al fachendoso Miguel Guerricacelaya, que bajo un cuerpo de gigante escondía un corazón sentimental que le hacía derramar lágrimas al relatar sus vivencias."Busturi" era pulido y serio, no había anécdota que no puntualizara con un: Podéis creerlo porque es la pura verdad. Luis "el Tío", Gutiérrez el navarrillo, y un sin fin de ellos que no me voy a extender en enumerar.
Hombres toscos y humanos, sensibles y despectivos, sencillos y altaneros, hombres en fin que siendo como eran, subsidiarios de "Prácticos" y de ejecutivos, tales como los de "Remolcadores" y "Navieras", tenían todo el afecto y apoyo de ellos.
No se puede olvidar el mimo con que los trataba don Vicente Díaz, el amo de la "Vasca", Zubizarreta, e1 denominado ogro de la Compañía Sota y Aznar, o los pilotos mayores de la "ría", los Alday, Borreguero y el último y más íntimo de los históricos: Gurruchaga.
Todos tenían una Compañía en monopolio porque eran trabajadores y cumplidores, honrados y audaces, serios y capaces.
Últimamente y como la envergadura de los navíos y el volumen de las facturaciones han rebasado con creces aquello que los mas optimistas calculaban para nuestra ría, los amarradores de Portugalete han hecho un consorcio con los demás del Nervión y a su cabeza como dirigentes figuran, ya que no podía ser de otro modo puesto que la veteranía da grados y estos son los herederos directos de Pacurro-los Arrillaga, de Busturi, Chuchi Bilbao, y de Máximo y "el Tio" Aburruza,

Que Dios y los elementos los lleven a tan buen puerto en sus labores y sus negocios como ellos han llevado multitud de veces a las naos que les fueron encomendadas".


jueves, 17 de noviembre de 2016

JOSÉ GABRIEL DE LASURTEGUI Y ECHEVARRIA (1776-1862)


Este personaje portugalujo que aparece este mes en la ficha de enportugalete.com fue recordado en 1959 en la Villa dándole su nombre, Fr. Gabriel Lazurtegui, a una de sus calles.

Dos años antes en un artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos de Pais, Un portugalujo ilustre. El P. Fr. José Gabriel Lasurtegui y Echevarría, firmado por Marqués de Lede, lo había dado a conocer entre nosotros. Una litografía (de la que hemos recortado su cabeza para ilustrar la ficha) sobre dibujo de Francisco Tristán, con su figura yacente ilustraba el artículo, con el título Verdadero Retrato del M.R.P. Fray JOSE GABRIEL LESURTEGUI Y ECHEVARRIA.
Junto a estas líneas recogemos dos placas que nos indican su calle.



miércoles, 16 de noviembre de 2016

UN PORTUGALUJO FUSILADO EN CADIZ EN 1936: GABINO EGUSQUIZA ABAD




Hace tiempo en este blog 
Tasio Munarriz, tratando la incautación de bienes en la posguerra, trató la situación de la casa de Gabino Egusquiza que se dedicó a cuartel de la guardia civil (pinchar para ver). 
Hoy nos completa la biografía de este personaje que aunque es ignorado en la Villa, los Gabino Egusquiza son muy conocidos.

Nació en Portugalete en 1876.
Navegó como maquinista naval hasta que entró en la fábrica de motores que la empresa Echevarrieta y Larrínaga tenía en Lamiako. En 1917 Horacio Echevarrieta le contrató como inspector de trabajos en la empresa Astilleros de Cádiz que acababa de comprar. Una de las naves que construyeron y que sobrevive todavía es el barco-escuela Juan Sebastián Elcano.
En mayo de 1936 hubo una huelga provocada por la incautación de Astilleros Echevarrieta y Larrinaga por parte del gobierno republicano. Egusquiza no participó en ella porque estaba enfermo. Cuando se recuperó, volvió al trabajo y le nombraron director interino.
El 18 de julio de 1936 triunfó en Cádiz la rebelión franquista y el astillero fue militarizado. A Egusquiza lo detuvieron el 17 de octubre y lo juzgaron en consejo de guerra el 9 de enero de 1937. Lo acusaron de pertenecer a UGT y de promover la citada huelga. Lo avalaron varias personas adictas a la causa franquista como persona moral, honorable y no marxista. Pero fue inútil. El juez lo condenó a muerte como directamente inductor de un delito de rebelión militar. El secretario del consejo de guerra le dio a firmar la notificación de la sentencia, pero Egusquiza se negó a firmarla.
Lo ejecutaron el 17 de mayo en los Fosos de Puerta de Tierra. (He añadido a su foto el documento que testifica esta ejecución porque es el único que ha llegado a mis manos).

La Comisión de Incautaciones de Cádiz le incautó un piso y un terreno en esa ciudad y la casa de G. Castaños 70 de Portugalete, donde se instaló la Guardia Civil. Además, el Tribunal de Responsabilidades políticas le sancionó con 7.500 pesetas, que tuvieron que pagar sus herederos. 

martes, 15 de noviembre de 2016

SAN ISIDRO FUE A CABIECES Y NO VOLVIÓ



Una nueva confidencia de dos de nuestros colaboradores más mayores, nos ha permitido conocer un nuevo caso de “movimiento” de santos entre pueblos, sin que al parecer se haya producido el viaje de vuelta.
Ya hablamos en su día de la imagen de San Crispín, propiedad de la Cofradía portugaluja de San Crispín y San Crispiniano, a la que perdimos la pista en Santurtzi. También dimos cuenta del artículo fantasioso escrito por “Critilo” en la Gaceta del Norte, donde nos contaba como las viejas de Santurtzi se llevaron de la Villa una imagen de San Jorge alegando que era suya. De ahí la “maldición” de las portugalujas deseándoles que les lloviese cada 23 de Abril.
Este año, nos hicimos eco del escrito de Carlos Ibáñez, en el que narraba otra leyenda con la solicitud de la imagen de San Roque por parte de los sestaotarras a los portugalujos y ante nuestra negativa, consiguieron la de El Regato, para al final tener que ir a Sestao provistos de estacas a recuperar su santo, por la buenas o por las malas. En este caso, San Roque volvió.
Otro ejemplo son las imágenes del Niño Jesús de Praga, la Virgen del Rosario, San Vicente y Santa Catalina, expuestas en el Museo de la Torre de Salazar que fueron trasladadas desde la parroquia de San Jorge al Museo Diocesano de Bilbao, que las cedió, supongo que en depósito, a Portugalete. Aquí al menos junto a cada imagen figura el origen y la cesión.
Como hemos dicho, ahora conocemos que los vecinos de Cabieces solicitaron en préstamo la imagen de San Isidro, patrón de los baserritarras, a la capilla de San Cristóbal en Repelega, cuyos feligreses la sacaban en procesión por los barrios de Repelega, La Sierra, Rivas y Galindo, y era acompañada por la corporación municipal portugaluja con el txistulari Felipe Etxarri al frente. Repelega la cedió gustosamente para que la honrasen los vecinos de su anterior municipio. La imagen no figuraba entre el mobiliario de la capilla cuando se reconstruyó a expensas de Juan Vicente Durañona y Dª Saturnina Balparda en 1904 o no figura en la relación de bienes de la donación.
Al igual que sucediera con los de Sestao, el compromiso de devolución se lo llevó el viento y San Isidro pasó a “vivir” en la iglesia de San Pedro de Cabieces.
Una consulta al nuevo párroco de San Pedro y a las veteranas feligresas, nos ha permitido saber que antaño se realizaba con él una procesión por el barrio y que hoy en día, la imagen del santo labrador –confirmado que es la portugaluja- se expone cada 15 de mayo, como recuerdo y veneración del antaño barrio agrícola-ganadero. Ninguna de las feligresas conocía la historia del San Isidro “viajero”.
La imagen muestra al santo con capa y zurrón, teniendo dañada la mano izquierda y es posible que la reja del arado, con la que normalmente se le representa, se haya perdido, pues a la peana parece faltarle un trozo. También se le suele representar con unas espigas de cereal en la mano. Separada de la imagen, una pareja de bueyes arando guiada por un ángel. Se le atribuyen varios milagros, entre los que está el de los bueyes que araban solos mientras él paraba de trabajar y rezaba.
No es nuestra intención reclamar la imagen, pues allí es querida y venerada, pero aquí queda una nueva anécdota de santos viajeros.
Agradecimiento a Josetxu Maruri y Félix Gil, así como a la Parroquia de Cabieces.


JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO

lunes, 14 de noviembre de 2016

LA MANIFESTACION DE 1973



A finales de los años 60 y comienzo de los 70 del siglo pasado se produjo en Portugalete una exacerbación política que provocó multitud de manifestaciones contra el régimen franquista, reprimidas a duras penas por las autoridades. Destaco como ejemplo la manifestación del 21 de diciembre de 1973, que tuvo como consecuencia la detención y encarcelamiento de varios jóvenes  portugalujos.
Aunque este tema lo traté en el libro “Santa María de Portugalete, Parroquia revolucionaria” destacando el protagonismo del sacerdote Román Landera Martín, pretendo ahora hacer públicos detalles que afectan más a los jóvenes.
Parece que la manifestación duró un cuarto de hora, entre las 8 y las 9 de la noche, y participaron unas 150 personas. Cuando estaban en el cruce de General Castaños, Abaro y Carlos VII apareció un Lanz-Rover de Iberduero por Abaro y, creyendo que era de la Guardia Civil, se dispersaron, algunos hacia el casco antiguo. Las pancartas que dejaron en el suelo decían: “Comisiones Obreras, Sí. Verticales, No”, “Abajo la represión”, “Todo el pueblo unido contra la represión del régimen de Franco” y “Libertad para los presos políticos”. Cuando llegó la Guardia Civil de Baracaldo, avisada por la de la Villa, vio que “no existía anormalidad alguna”.
Los Policías Municipales Tomás Villán Castañeda, Constante Roca Sánchez, Juan Magariño Martínez, Juan Vega Martínez, Antonio Llamero García y Sebastián López Toro de paisano observaron la manifestación para identificar luego a los participantes. Los agentes José Valdés López, Servando Iglesias y otros, uniformados, entraron en los bares del “triangulillo”, de la plaza y del Elai-Alai deteniendo y llevando al Ayuntamiento a nueve supuestos manifestantes. Tomás Villán Castañeda y el comandante de la Guardia Civil de Santurtzi detuvieron a Román Landera en la casa de sus padres en Mamariga.
Los detenidos fueron trasladados al cuartel de La Salve en Bilbao. El capitán de la Guardia Civil Manuel Hidalgo Salas tomó declaración a cada uno de ellos, que negaron su presencia en la manifestación y lo demostraron: Novo, Martínez, Alda, Iza y Llona probaron que habían estado en los locales del Elai-Alai y que habían estado en varios bares del casco antiguo pegando carteles con anuncios de un concurso de pelota; Arriaga y Nieves habían venido en tren y echaron unas cartas en un buzón cercano al ayuntamiento. Todos sufrieron tres reconocimientos en línea en el cuartel para que los municipales que habían hecho de espías los identificasen.
El día 23 varios de los jóvenes Javier Martínez Bilbao, José Antonio Nieves Hernández, Javier Ignacio Pereiro y José María Hidalgo salieron de La Salve en libertad provisional después de pasar por el juzgado de guardia. Los dos últimos no eran portugalujos. Cruz Ignacio Iza fue el último en salir el día 24.
Ese día el capitán Hidalgo pasó al juzgado a José Antonio Alda Orive, Javier Francisco Llona Ramón, José Ignacio Novo Aparicio y José Ignacio María Arriaga García-Andoain. Alda declaró que, cuando fue detenido, fue objeto de malos tratos de obra en la Policía Municipal por personas que desconocía porque estaba de cara a la pared. También Llona y Arriaga declararon haber recibido malos tratos de obra por parte de la Guardia Civil y de la Municipal en el Ayuntamiento. El juzgado nº 3 de Bilbao decidió el ingreso en la prisión de Basauri de los cuatro, catalogados como “desafectos” al Glorioso Movimiento Nacional. Salieron en libertad provisional 57 días después, pagando una fianza de 50.000 pesetas cada uno con el dinero recogido en una colecta popular (una “Herri Kutxa”).
También fue trasladado a esta prisión Landera al objeto de cumplir 30 días de arresto sustitutorio por impago de la sanción de 150.000 pesetas impuesta por el gobernador. Salió del Hospital Penitenciario de la prisión de Carabanchel 53 días después de su arresto.
Arriaga y Novo fueron procesados por el Juzgado de Orden Público de Madrid el 10 de mayo de 1975, defendidos por José María Satrústegui y Pedro Ibarra y absueltos por falta de pruebas. La petición fiscal había sido de dos años de prisión menor. Llona y Alda no fueron juzgados porque estaban cumpliendo la mili. Los cuatro fueron amnistiados gracias a la ley de amnistía del 15 de octubre de 1977 y se les devolvió la fianza, que se reintegró en la Herri Kutxa.

Tasio Munarriz

viernes, 11 de noviembre de 2016

LAS “EMAKUMES” NACIONALISTAS DE LOS AÑOS 30


Revisando las hemerotecas de los años 30 del siglo pasado, nos encontramos en el periódico Euzkadi del 5 de octubre de 1935, con esta foto de mujeres de Emakume Abertzale-Batza, del PNV con motivo de colocar la imagen del Sagrado Corazón en los recién inaugurados locales del batzoki.

Entre las que aparecen está su presidenta Natividad de Aketxe y a buen seguro que alguien reconocerá a alguna más. Recordemos que en esa década formaron parte de su Junta, entre otras, Pilar y Eloisa Ormaza, Mª Carmen Gómez, Petra Egurrola, Clara Aguirregomezkorta, Paz Salaberri, Teófila López, Teófila Apaolaza, Maria Aguirre, Mercedes Lámbarri, Fructuosa Ayo, Maria Echenagusía, Rosi Susaeta, Clara Aurrecoechea, Felisa Larrauri, Juana Basurco, Lidia Arizmendi, y Carmen Lizarraga.

jueves, 10 de noviembre de 2016

LOS EGAÑA, UNA FAMILIA QUE CANTA A AMBOS LADOS DEL NERVION



Este artículo apareció en el blog de Karla Llanos, Memorias de Getxo, galardonado en los Premios Aixe Getxo 2016 y quizás el de más calidad de los que se editan a ambos lados de la ría. No va a ser la única entrada suya que reproduzcamos referida a Portugalete, ya que son bastantes en las que trata de la Villa donde se hunden sus raíces familiares.

Los Egaña son una saga familiar unida a la música, algunos de sus miembros nacieron en Portugalete, toda su vida ha transcurrido unida al barrio de Romo, forman parte de la tradición musical de ambos pueblos,y se puede decir que son una familia que canta a ambos lados del Nervión.
Su ama Amelia Azpeitia nació en Buenos Aires (Argentina), volvió a su Portugalete cuando solo tenía año y medio, los abuelos maternos también eran de la Noble Villa, y su aita José Egaña es nacido en Deba (Gipuzkoa).
Los Egaña-Azpeitia vivieron durante nueve años en la calle del Medio en Portugalete y en 1951 se trasladaron a Romo. En la foto superior de 1933, en la fila de abajo, el primero de la derecha es José Egaña cuando formaba parte del Otxote Adizkidiak, con el que consiguieron la Palma de Vermeill, en el primer concurso de Otxotes celebrado en Bilbao y patrocinado por el Diario Excelsius en 1934.
Tuvieron 4 hijos, José Moisés “Moi” (1942), José Andrés (1943), Yayone (1952) e Iñaki (1948), todos ellos nacidos en Portugalete.
Su tradición musical arranca desde su abuelo paterno que perteneció a los Orfeones de Motrico y Portugalete, todos ellos han estado y están unidos a la música, los tres primeros a la música popular vasca y el pequeño, Iñaki a la música moderna, siendo uno de los mejores músicos del elenco del Estado.
Su aita fue uno de los creadores del Otxote Danok Bat en el año 1932, también perteneció a la Schola Cantorum de Portugalete, y de su familia han formado parte del otxote Jesús Egaña (tio de Moi), su aita José Egaña sus hijos José Andrés, Moisés que ha sido director del Otxote, su primo José María Angulo Egaña, también el hijo de este último Asier y el hijo de “Moi” Aitor Egaña.
Del Otxote se puede afirmar que es una pequeña coral formada por ocho voces graves: dos tenores primeros, dos tenores segundos, dos barítonos y dos bajos. De la importancia de la música popular y los otxotes, hasta en el periplo de la Guerra de 1936, y del arraigo que entre los combatientes tenía, nos lo ofrece el hecho de que en el hospital para convalecientes instalado en el chalet de Motrico en el barrio de Neguri de Getxo, los heridos actuaban coralmente. En una visita, un testigo observó “a un grupo de heridos que están cantando a coro el Boga-Boga”. Esto permite deducir, que durante el periodo bélico, la presencia del otxote ya tenía un gran arraigo popular.
José Moisés Egaña estudió la carrera de canto en el Conservatorio de Bilbao en 1960, y comenta jocoso de su hermano Iñaki “ese si que no ha estudiado, era autodidacta, le enseñé yo a tocar la guitarra y desde entonces yo ni la toco”.
Ha sido compositor de música y letra de innumerables melodías vascas, así como arreglos, entre las que se encuentran ( Euskalerri Polita Gora, Lo ene Maite, Las sardineras de Santurtzi), arreglos para canciones como (Illargia Agiri da, con la letra en euskera del propio “Moi”, Agur Donibane, Txoria, un zortziko que adaptó para banda de txistularis, voces graves y mixtas) y como no podía ser menos “Portugalete Herri polita bat”, canción que cantaban habitualmente en familia, en 1973 realizó una versión de la canción “Furra, Furra” a siete voces mixtas, canción que salió en disco antes que la de “Oskorri”. Sin embargo el considera que la más significativa y que más satisfacciones le ha dado es “Euskalerri Polita Gora”, canción que obtuvo el galardón de la canción del verano en 1975.
La relación de sus melodías, que o bien mediante arreglos o de propia creación, están recogidas en “Eresbil”, esa institución documental al servicio de la música vasca creada en el año 1974, para la recopilación, conservación y difusión del Patrimonio musical en Euskal Herria, nacida de la mano de José Luis Ansorena (hijo del reconocido txistulari Isidro Ansorena).
En el año 1962 Moisés da su primer concierto con el Otxote Danok Bat, en el lleva 30 años ejerciendo como director, dentro de la discografía del otxote están los cuatro primeros discos que grabaron y uno de ellos tiene, entre otras, las siguientes canciones (Entre San Juan y San Pedro, Ai ori begi ederra, Ra-Ka-Ta-Plan y Zorgin Dantza) este disco, un microsurco de duración extendida, era de Columbia, S.A. de San Sebastián.
Yayone Egaña también hizo sus pinitos en el mundo de la música tradicional vasca, estudió al igual que su hermano la carrera de canto y piano en el Conservatorio de Bilbao, dió conciertos en las Fiestas de Romo, grabó un disco junto a su primo Joseba Egaña de
Las Arenas, tenían de nombre artístico “Yayone ta Joseba”, en ese disco incluyeron dos canciones (Illargia agiri da y Udaberrian). Sigue cantando como solista en el Coro de San Juan Bautista de Leioa.
De su hermano pequeño Iñaki ya he publicado una entrada dedicada exclusivamente a él. (Pinchar para ver)
Deseo agradecer a Moises Egaña la ayuda para poder realizar esta entrada.


miércoles, 9 de noviembre de 2016

LAS ACTUACIONES DE LA EXTREMA DERECHA HACE CUATRO DECADAS


Hoy damos entrada a un nuevo investigador, Alberto Bonilla Fonseca (Bilbao 1980), que ha vivido a medias entre Portugalete y Santurtzi, en cuyo currículo encontramos trabajos dedicados a rescatar la memoria social y los derechos humanos.
El trabajo que nos ofrece, Las actuaciones de la extrema derecha en Ezkerraldea (1967-1980), recoge la actividad de dichos grupos de tipo parapolicial, que comenzó a producirse a finales de los sesenta coincidiendo con la incipiente reorganización del movimiento obrero y popular, y con movilizaciones como las de Santurtzi tras la explosión del Butano o las celebradas en la Escuela Náutica de Portugalete contra el juicio de Burgos.
La actividad parapolicial contó con la connivencia y participación directa de agentes de todas las policías (Policía Armada, Guardia Civil…) y especialmente de las Policías Municipales, destacando la de Portugalete a las órdenes de Antonio Lindosa. Los “incontrolados” actuaron habitualmente junto a la Policía Municipal en la represión de manifestaciones, y llegaban a participar en los interrogatorios de forma ilegal.
Los principales objetivos de estos grupos fueron las movilizaciones populares, donde se introducían camuflados como si fueran manifestantes, los curas de las parroquias de Sestao y Portugalete, o locales de encuentro de militantes abertzales, revolucionarios, etc…
Estos grupos contaron, tanto antes como después del año 1975, con la total cobertura de los aparatos del Estado (policía, jueces…) para poder desarrollar sus actividades. A día de hoy, no ha habido ni un solo proceso judicial (si exceptuamos el de José Villariño en Sestao) contra miembros de estos grupos. Curiosamente, algunos de ellos se beneficiaron de la “Ley de Amnistía” de 1977.
La violencia armada de ETA se dirigió durante finales de los años 70, de forma selectiva contra miembros de estos grupos (Guerrilleros de Cristo Rey, Fuerza Nueva, Guardia de Franco…), provocando la muerte de algunos de ellos.
Las actividades de estos grupos están presentes en la memoria de muchas personas, y que de modo espontáneo recuerdan a “Txape”, Lindosa o Eloy Ruiz y las relacionan, sin dudarlo, con la extrema derecha y los grupos parapoliciales.

Este artículo de investigación, según su autor, no es más que una pequeña aproximación a la memoria colectiva de cientos de personas que fueron víctimas o presenciaron alguno de sus múltiples ataques por lo que ha sido incluido en la Biblioteca Digital Portugaluja (pinchar).

martes, 8 de noviembre de 2016

EL JUEGO DE BOLOS EN PORTUGALETE (PASABOLO)














Además de la modalidad de CACHETE, se ha jugado en la Villa otra modalidad autóctona llamada PASABOLO, que a diferencia de la primera, que solo se juega en el Valle de Somorrostro, Portugalete y Barakaldo, se practica además de en las Encartaciones, en algunas zonas de Cantabria, Burgos y Araba.
Tal y como decíamos al hablar del CACHETE, Carlos Glaria cita en Portugalete un carrejo de Pasabolo, situado en el límite entre Portugalete y Sestao a la altura de la antigua Poza de Abatxolo en terrenos adyacentes a la carretera que del cementerio de Portugalete se dirige al de Sestao. Dado el nombre de la bolera, SES-POR, que se puede apreciar en la imagen, deja bien a las claras que los bolaris eran de estas dos localidades. El carrejo hoy en día, como casi todos los antiguos barrios de Repelega, Rivas, La Sierra y Galindo, ha pasado a la historia.
El carrejo debe tener unas medidas mínimas de 55 metros y la zona donde caerán los tres bolos (campo de rayas) tendrá forma trapezoidal con unos 12 metros en la primera raya y 20 en la séptima. Desde el tire, el bolari lanza una bola de unos 25 cm. de diámetro, tras una carrerilla con la bola por encima de la cabeza, manejándola gracias a un agujero para el pulgar y una hendidura llamada llave en la que se introducen los cuatro dedos restantes y que tras el lanzamiento resbalará por un tablón que tiene un acanalamiento, llamado cureña, de entre 7,5 y 9 metros de longitud, en cuyo extremo hay tres cajas también llamadas cases o chapas rellenas de arcilla húmeda en las que se clavan ligeramente los tres bolos. Estos salen disparados por el impacto de la bola hasta sobrepasar cuantas más líneas mejor ya que la puntación en bolos se calcula según la línea sobrepasada por casa bolo. No cuentan los bolos que no lleguen a la primera línea y los que salgan por los laterales del campo de rayas. La bola lanzada queda frenada por una barrera que hoy en día la forman neumáticos viejos.
Desgraciadamente no conocemos a nadie que haya practicado esta modalidad en ese carrejo, así que no podemos aportar más datos sobre fechas y bolaris destacados, salvo citar que en 1997 se celebraron en Portugalete los Campeonatos de España de Pasabolo Tablón, resultando ganador el cántabro J. Miguel Parada.

Agradeceríamos cualquier aportación, tanto gráfica como escrita, con la que completar estos datos que hemos entresacado del trabajo de Carlos Glaria, ETNOGRAFÍA DE LAS ENCARTACIONES DE BIZKAIA, Juegos de Bolos tradicionales – Valle de Somorrostro y Anteiglesia de Barakaldo, Tomo 35 de Eusko Folklore (1988), disponible para más información en http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/folkl/035179193.pdfLas fotografías bajo estas líneas están tomadas de SESTAO EN EL RECUERDO. (sestao.wordpress.com).

Este trabajo integro sobre Los bolos en Portugalete, se ha incorporado a la BDP (pinchar).

José Luis Garaizabal Flaño



lunes, 7 de noviembre de 2016

LA CASA PARROQUIAL EN LOS AÑOS 70



Construida en 1967 en el solar que ocupaba la escuela del Campo de la Iglesia, la casa parroquial era propiedad del Ayuntamiento, pero la Parroquia consiguió la permuta de este solar por el de la antigua casa cural que estaba en los actuales jardines en la esquina entre la calle Santa María y el Cantón de la Iglesia, propiedad del obispado.
En la casa parroquial residían la secretaría y los despachos parroquiales. Disponía de varios espacios de diferentes tamaños para las reuniones y charlas de la pastoral parroquial. Este tema está explicado en el libro “Santa María de Portugalete. Parroquia revolucionaria”.
La Parroquia ofreció también los locales de la casa a las organizaciones políticas y culturales que en aquella época no podían tener legalmente lugar de reunión o espacios legales suficientes para sus actividades. En el tercer piso cabía sentadas 150 personas y otras 50 de pié. Señalo algunas de estas actividades.
El PSOE organizó varias charlas para sus militantes con Felipe González (antes de tener el pseudónimo de “Isidoro” en 1973), Pablo Castellanos, Víctor Manuel Arbeloa (sacerdote navarro socialista), Nicolás Redondo Urbieta y Gregorio Peces Barba (futuro presidente del Congreso de diputados). En este último caso, como el acto estuvo abierto a toda la población, a la salida la policía nacional pidió a los asistentes el DNI, obligándoles a ir a recogerlo a la Dirección de la policía en Bilbao al día siguiente. Yo no fui a recogerlo y me la mandaron al de un mes por correo. Peces Barba no lo entregó aludiendo que el DNI era personal e intransferible. Algunos asistentes saltaron por una ventana al patio de recreo del colegio de Santa Ana anexo para no ser fichados.
El PNV organizó charlas con Xavier Arzallus, Xavier Zubiri y Alejandro Echevarría Arrazola, cuando éste era militante suyo.
Utilizaron también los locales el Sindicato Libre de la Marina Mercante, la coordinadora provincial de Comisiones Obreras, los huelguistas de la construcción (con Periko Solabarria), los obreros de la central nuclear de Lemoiz, etc. La Asociación de familias expuso en el tercer piso pinturas de Agustín Ibarrola, y uno de los locales lo utilizó el centro de Formación de la mujer, promovido por una Caja de Ahorros y dirigido por Mari Carmen Ipiña.
La Parroquia organizó una Escuela Social en la que impartían charlas Iñaki Oshea y Víctor Urrutia sobre la historia de Euskal Herria y los movimientos sociales y un cursillo sobre el “Sentido cristiano de la educación” impartido por el religioso marista Patxi Loidi. Bernardo Atxaga dio unas clases de euskera a un pequeño grupo.
En el primer piso los grupos juveniles de la Parroquia organizaban, además de reuniones sobre los derechos humanos y acampadas, guateques los domingos por la tarde. Este último hecho molestaba al Ayuntamiento porque lo consideraba una competencia con la Organización Juvenil Española (OJE), los campamentos en Espinosa y sus actividades en la llamada “Casa de la Juventud”.
La Sociedad Cultural durante varios años tuvo sus reuniones en Travesía del Requeté nº 4, que era la dirección postal de esta casa. Editaba la revista “El Abra”. Organizó para el 17 de febrero de 1976 una mesa redonda sobre el “Estado de derecho: derechos de reunión y manifestación”. Llegó tanta gente que no cabía en la casa parroquial y se trasladó el acto a la basílica.
La Gestora pro Amnistía convocó también una mesa redonda sobre los exiliados, y además organizó otra en la basílica sobre la amnistía en la que participó Dionisio Larena, padre del preso santurtziarra Xavier. La organizaron el cura de la Parroquia Román Landera, que era el coordinador provincial de la Gestora, y Pako Zelaia. Por cierto, arriba se recoge la primera pegatina política que yo conocí y que la diseñó Pako. A ver quién acierta qué está escrito.

Según los documentos del Archivo Municipal, el Ayuntamiento colocaba un agente de la Policía Municipal en el Campo de la Iglesia, en teoría para que día y noche custodiase el monumento a “los caídos”, pero en la práctica para que anotase todo lo que sucedía en la casa parroquial. Esta información pasaba luego al gobernador. Los vecinos cuentan que por la noche, sobre todo cuando llovía o hacía frío, el agente se metía en el portal del entonces nº 20 de la calle Santa María y subía hasta la buhardilla. Les confesaba que ese puesto en el Campo de la Iglesia era un castigo para los agentes que habían firmado una carta al alcalde contra el cabo Lindosa. 
Tasio Munarriz

sábado, 5 de noviembre de 2016

EL RELATO DEL FIN DE SEMANA: LAS CAMPANAS



Mediodía de un jueves cualquiera en otoño. Es el habitual paseo matutino; que hoy incluye el recorrido por el mercado. Como si fuera en Portugalete, pero, no.
En el de aquí, no hay aldeanas, ni regateo sobre el precio a pagar por los productos que da la tierra, los frutales o el ganado. Y es que yo vivo a 560 Km., un lugar donde nadie dice "egunon" por la mañana, ni lleva txapela, ni pide un crianza en la taberna. Sin ser racista, son distintos, no piensan ni obran igual.
Y todo eso ha encendido la bombilla, al oír el repique al Angelus en los campanarios de la ciudad durante ese deambular.
Así, me han venido a la memoria -un bien todavía no extinto-, los toques de las campanas de la Parroquia, de Santa Clara, de Las Siervas, de Los Agustinos,... y los redobles que produce el golpeo de los badajos en las copas, a los que los portugalujos, con los años, le habíamos añadido significados en forma de palabras, de tal modo que el toque de una se convertía en una frase de una conversación que otra campana proseguía, y otra,... Y así todas ellas.
Pasando a las palabras groseras, puedo detallar una de las conversaciones entre campanas:
1.       ¡¡ Quiero cagar, quiero cagar, quiero cagar !!
2.       ¡¡ Donde ?, dónde ? !!
3.       ¡¡ En aquel rincón, en aquel rincón, en aquel rincón !!
4.      ....................
Ahora, dejo al albur del lector, que recuerde, y adivine, cuál es la campana que suena en cada frase.
Ese vínculo dialogado se volatilizó tras la demolición de la antigua iglesia de los Agustinos y, posteriormente, del convento de las clarisas.
Aún así, me sorprende el recuerdo, sobre todo, porque en la comunidad en la que vivo, ante la ausencia de campaneros, los campanarios ya habían dejado de cumplir su labor social informativa y de aviso, retirando también las campanas. Unos años después, enmudecen por la presión de la ciudadanía que, al parecer, se agobia con el sonido de las grabaciones reguladas por un ordenador, conectado vía satélite para mantener la hora correctamente, que habían sustituido a las copas de bronce originales.
Y, mientras, algunos aficionados a proteger las tradiciones, intentan mantener vivo un oficio que estaba muy enraizado, pero que, al paso de los años, ha cruzado la barrera de la crónica para formar parte de la cultura local.


Recibid un gran, gran abrazo de Martintxu.