viernes, 18 de noviembre de 2016

AMARRADORES PORTUGALUJOS



Hoy traemos a este blog un artículo escrito hacia 1990 por nuestro difunto querido amigo Gaizka Aróstegui, uno de los pilares que tuvo la Colección El mareómetro para consolidarse entre los portugalujos, que nos ha aparecido entre viejos papeles y que acompañamos con una foto del barco Habana tras la guerra, dado el tema marinero que trata y otra en la parte inferior en la que aparece él rodeado del grupo de candidatos por el PNV a las elecciones municipales de 1979.

"Mucho es lo que ha cambiado en la vida desde aquellos años en los que el marino portugalujo tenía que salir a alta mar a buscar la embarcación que pretendía recalar en los muelles del Nervión, hasta el momento presente en que gigantes náuticos de cientos de miles de toneladas atraviesa el muelle exterior del Abra de Bilbao.
Todavía está presente en mi memoria y eso a pesar de los años que van transcurridos, un día en que Víctor Urrestarazu, al que en Portugalete se conocía con el apodo de “el BUZO", nos contaba y no con orgullo, la odisea vivida cuando el "Avlona" se hundió en la "barra", pese a los esfuerzos realizados por ellos para que no sucediera.
Desde aquel día, la mayoría de los chavales de "Portu", nos reuníamos en las antiguas oficinas del "Ybaizabal", teniendo como asesores a Perico y a Merladet, para oír las mil y una anécdotas que los antiguos amarradores de le villa nos relataban.
Su inicio era siempre el mismo: "En aquellos entonces tenéis que tener en cuenta… Que las embarcaciones eran de vela la mayoría de ellas, ya que se estaba experimentando la navegación a vapor…  Que nosotros salíamos a remo en lanchones que pesaban más de lo que podíamos empujar..... Que los mares y vientos eran de bastante mas fuerza que en la actualidad… Que la necesidad era el motor que nos impulsaba a realizar acciones tan suicidas, y la mayor de las verdades es que éramos bastante más humanitarios que lo que se es ahora.
Y la verdad es esa, antaño se participaba de las angustias de los navegantes que se veían en apuros al atravesar la "barra", porque se luchaba cotidianamente con ella, hay quien dice que se les hacía mil y una jugadas para sacarles un buen "quiñón", pero eso era después de haberse jugado la vida por ponerles a salvo, y tras lograrlo venía la factura.
Entre los muchos amarradores que llegamos a conocer de los que faenaron en le barra antes de que Churruca la eliminara, no olvidaremos al famoso "Pacurro", hombre fantasioso y exagerado al que se podía perdonar todo por haber tenido que luchar con ella en inferioridad de condiciones, dado que le faltaba una pierna. A Máximo, que a su seriedad habitual, unía un carácter jocoso que disimulaba el drama de una vida expuesta a los embates del mar y que justamente rentaba lo que un sueldo en tierra. Al fachendoso Miguel Guerricacelaya, que bajo un cuerpo de gigante escondía un corazón sentimental que le hacía derramar lágrimas al relatar sus vivencias."Busturi" era pulido y serio, no había anécdota que no puntualizara con un: Podéis creerlo porque es la pura verdad. Luis "el Tío", Gutiérrez el navarrillo, y un sin fin de ellos que no me voy a extender en enumerar.
Hombres toscos y humanos, sensibles y despectivos, sencillos y altaneros, hombres en fin que siendo como eran, subsidiarios de "Prácticos" y de ejecutivos, tales como los de "Remolcadores" y "Navieras", tenían todo el afecto y apoyo de ellos.
No se puede olvidar el mimo con que los trataba don Vicente Díaz, el amo de la "Vasca", Zubizarreta, e1 denominado ogro de la Compañía Sota y Aznar, o los pilotos mayores de la "ría", los Alday, Borreguero y el último y más íntimo de los históricos: Gurruchaga.
Todos tenían una Compañía en monopolio porque eran trabajadores y cumplidores, honrados y audaces, serios y capaces.
Últimamente y como la envergadura de los navíos y el volumen de las facturaciones han rebasado con creces aquello que los mas optimistas calculaban para nuestra ría, los amarradores de Portugalete han hecho un consorcio con los demás del Nervión y a su cabeza como dirigentes figuran, ya que no podía ser de otro modo puesto que la veteranía da grados y estos son los herederos directos de Pacurro-los Arrillaga, de Busturi, Chuchi Bilbao, y de Máximo y "el Tio" Aburruza,

Que Dios y los elementos los lleven a tan buen puerto en sus labores y sus negocios como ellos han llevado multitud de veces a las naos que les fueron encomendadas".


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