domingo, 12 de febrero de 2017

LOS MUNICIPALES COMO ESPÍAS AL FINAL DE LA DICTADURA: 1972



Tasio Munarriz ha llegado a decir que el Archivo Municipal de Portugalete es una mina. Revisando el contenido de gruesas carpetas y leyendo numerosos documentos acumulados, ha recopilado una amplia información que al final duda el qué hacer con ella, y que no cabe duda que tiene su interés aunque resulte farragoso y cansino leerse todos esos documentos.
Es el caso de los informes que los policías municipales hacían ejerciendo de verdaderos espías para sus superiores en los últimos años de la dictadura.
Como creemos que no se debe perder toda esta labor de recopilación le hemos pedido que nos la facilite, para que quede recogida de alguna manera, y pueda ser utilizada y conocida tanto por futuros investigadores como el público en general. Son una veintena de anotaciones correspondientes a los años 1972, 1973 y 1974, que no se basan en “confidencias policiales” sino en documentos fechados y firmados casi todos el mismo día de lo descrito.
Tasio considera que el responsable fundamental del espionaje en la Villa fue el agente Tomás Villán Castañeda, ya denunciado por otros motivos en la carta que escribieron al alcalde 16 agentes contra él y Lindosa. Villán fue admitido con carácter provisional en 1969 y le encargaron el servicio nocturno. Desde ese puesto controló con ayuda de los agentes nocturnos todo lo que sucedía, sobre todo, en el Campo de la Iglesia, con la excusa de custodiar el “Monumento a los caídos”.

Empezamos recogiendo hoy las anotaciones correspondientes al año 1972:
1.- 28 de agosto de 1972.- El agente Losada informó que los sacerdotes D. Pablo, Ángel Garamendi y Joseba Goñi habían estado en el domicilio del estudiante José Manuel Berriatúa Hernández (Santa María 1, 2º), enfrente del Ayuntamiento, hasta las 2 de la madrugada. Al salir, el agente le dijo a José Manuel que se identificase. Salió el padre y se encaró con el agente, que le respondió que cumplía órdenes y que se fuese a su casa.
2.- 23 de septiembre de 1972.- A las 22 horas entraron en la sacristía 12 personas y luego salieron 22, entre ellos 8 curas vestidos con clerimen (sic). Aparcaron en Las Canteras 5 turismos y los agentes apuntaron sus matrículas. Los curas de la parroquia eran Garamendi, Goñi, Anastasio y Román.
3.- 24 de septiembre de 1972.- A las 23,35 subieron por las escaleras de acceso de Manuel Calvo al Campo de la Iglesia, Goñi y una STA (sic). Luego, el espía de turno vio tiradas en esas escaleras unas 100 octavillas de propaganda subversiva y dedujo que los dos citados eran los autores porque nadie había subido o bajado después que ellos.
4.- 3 de octubre de 1972.- A las 21,35 se celebraron varias reuniones en la Casa Parroquial, a las que asistieron 183 personas. A las 21,45, salieron 55; a las 22,15, 33. Llegaron en un coche dos individuos que descargaron 4 paquetes tamaño guía telefónica, para subirlos a la C. Parroquial. A las 23,50, la salida fue de 79 personas (4 monjas entre ellas). El coche marchó en dirección a Bilbao. A las 4 de la madrugada aparecieron por Manuel Calvo dos individuos que, identificados, resultaron ser Garamendi y el jesuita sociólogo de Deusto Ignacio Ruiz Olabuénaga. Se marcharon en su turismo estacionado en la plaza del mercado.
5.- 12 de octubre de 1972.- Los días 2, 3 y 4 de este mes se celebraron en la sacristía reuniones de día y de noche y el que seleccionaba a los asistentes era Alberto –Fermín– Perdices Lizarraga (ATS).
6.- 6 de noviembre de 1972.- El viernes día 3 se celebró en la C. Parroquial una reunión a la que asistieron 180 personas entre las 20 y las 22,45 horas ignorándose de qué trataron porque los curas sólo permitieron la entrada a sus conocidos. Por otra parte, se observó continuamente paso de paquetes  y carpetas entre la Asociación de familias (Santa María 14) a la C. Parroquial. (Los locales de esta asociación están cerrados por orden gubernativa). El día 5 se celebró un gran baile en la C. Parroquial con música de chistu, asistiendo unas 150 personas de ambos sexos.
7.- 12 de noviembre de 1972.- El agente Eugenio Losada Fernández informó que, de servicio al MONUMENTO A LOS CAIDOS, a las 21 horas, le habían gritado desde las ventanas de la C. Parroquial: “SUBE SI TIENES COJONES, POLI CHIVATO, FASCISTA, MUNICIPOTE, os tenemos que limpiar el forro pronto”. Había dentro medio centenar de jóvenes, que, sin permiso, estaban celebrando un baile. Al día siguiente Lindosa escribió al alcalde que los sacerdotes de la Parroquia y algunos jóvenes que les acompañaban se mofaban de él y que era objeto de sus risas.
8.- 14 de noviembre de 1972.- A las 20 horas se celebró en el salón de actos del colegio Santa Ana y en el C. Parroquial una reunión para padres organizada por los curas, el colegio y la A. de familias. Asistieron unas 500 personas. El espía apuntó la matrícula de 6 turismos.
9.- 17 de noviembre de 1972.- El grupo de los Barbis anuncia para mañana un recital de la canción LATINOAMERICANA en el cine Mar, que es la repetición del recital dado en el parque del Dr Areilza de este verano y que es una exaltación del comunismo en HISPANO AMERICA. (Añade los títulos de las canciones) Los presentadores fueron el Sr. Lorente Barbat y el yerno del Sr. Valentín Tellaeche.




1 comentario:

  1. Muy interesante!

    Aunque me consta que hay gente que de esto sabe bastante más, se podría destacar como a finales de los años sesenta del s. XX las policías municipales de la comarca re-asumieron competencias de orden público, probablemente ante el auge de los movimientos políticos, socio-económicos...
    Estas nuevas funciones coinciden en el tiempo con la entrada o promoción en el cuerpo (como apunta Tasio) de Villán Castañeda o Lindosa en Portugalete, y otros personajes similares en Santurtzi, Barakaldo o la camareta del alcalde "Planillos" en Sestao.
    De ahí que informes como estos, aunque constituyeran una labor de espionaje político evidente, fueran tareas "legales" y por lo tanto convenientemente apuntadas y registradas.
    Y gracias a ello (y a la gente que se molesta en recuperar estos documentos) nos podemos hacer una idea de lo que había en la sociedad de entonces.
    ¡Qué pena que otro tipo de actividades extra-legales (aunque se realizaran a la sombra del poder) no quedaran anotadas! O si lo fueron, no en archivos públicos, desde luego. Hubiéramos podido conocer tanto de nuestra historia reciente...

    Un saludo,
    Alberto Bonilla

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