martes, 14 de marzo de 2017

MUJERES PORTUGALUJAS: MARIVI, LA ZAPATERA


En la calle del Medio, la calle de las zapaterías en el siglo pasado, hay hoy una que va a ser centenaria. Nos lo cuenta en primera persona Mariví Gutiérrez, su rostro más recordado.
Mi padre Pedro Gutiérrez Rodríguez, nació en 1890 en Pampliega, Castrojeriz (Burgos). Tenía un amigo que mantenía correspondencia con un zapatero de la calle del Medio, Santiaguito, con el fin de venirse a vivir con él y trabajar de aprendiz como era costumbre en aquella época. Pedro que le ayudaba a escribir las cartas, cuando vio que su amigo se echaba para atrás, se decidió a venir en su lugar.
En 1906, con 16 años, llegó solo a vivir con la familia de Santiaguito, trabajando y aprendiendo el oficio de zapatero. Unos años más tarde, bailando en el txitxarrillo de la Plaza, conoció a Lola Román, una joven de Sopuerta que había venido también a trabajar a la Villa un año antes que él, y se casaron en 1915, llegando a tener seis hijos, la pequeña de las cuales es quien rememora la historia.
Se fueron a vivir a la calle Santa María donde se estableció por su cuenta como zapatero remendón y de mesa, ya que confeccionaba zapatos. Unos años más tarde, en 1919, se pasaron a vivir a la calle del Medio, al nº 26, y en la planta baja abrió la tienda “El Desengaño” dedicándose también a la venta de calzado. 
Enfrente había una zapatería de gran prestigio, la Bota de Oro, a la cual venían clientes de toda Bizkaia, y ante los que le dijeron de que no iba a vender nada, él contestó: ¡No me voy a ir al Serantes! Estaré satisfecho si sólo uno de cada diez clientes de la Bota de Oro me compra a mí.
El negocio le fue muy bien y en poco tiempo pasó a dedicarse sólo a la venta de calzado, cambiando el nombre a Zapatería PEDRO.
“Pedrito el zapatero”, como le conocían cariñosamente sus amigos y parroquianos, mantuvo gran amistad con el Doctor Zaldúa a quien arreglaba al instante las máquinas e instrumentos de su consulta que tenían correas de cuero, y a quien le hizo a la medida, los zapatos de boda de su futura esposa. 
Murió a los 70 años, en 1961, tras medio siglo de trabajo entre calzados.
Calzados Pedro, empezó una nueva etapa llevado por su hija pequeña en compañía de su hermana Mertxe, soltera, en una época en la que esta calle era el epicentro comercial de la localidad, llegando a tener hasta 14 zapaterías. “Pedrito” solía decir, “en esta calle, alfileres que te pongas a vender, vendes y con eso ya vives. Se vende lo que sea ya que la gente viene de todos los sitios a este lugar estratégico, al fondo del corte de la Ría”.
Tras algo más de un cuarto de siglo, en 1988, al jubilarse las dos hermanas, el negocio familiar vuelve a sus orígenes ya que desde entonces y hasta el día de hoy lo regenta Lourdes Sacristán, casada con el nieto de Pedro e hijo de Mariví, siendo una de las pocas mujeres que se dedican a este viejo oficio de zapatero remendón, manteniendo el nombre de
REPARACIONES
PEDRO
KONPONKETAK.





2 comentarios:

  1. Que recuerdos!!! Me he emocionado al ver a mi ama. Toda una vida dedicada a sus zapatos en la Calle del Medio.Ella siempre dice que es de Portu "de toda la vida" y nacida en la Calle del medio, pero no en "el medio de la calle".

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  2. Me ha encantado. Desde bien pequeña he estado con Karmele en la tienda, donde ahora está Lourdes, tantas cajas de zapatos... Por cierto el nombre de "El Desengaño" me encanta.

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