domingo, 3 de septiembre de 2017

PORTUGALETE, VILLA MARINERA Y CUNA DE CORSARIOS






En una entrada anterior sobre las prostitutas portugalujas en siglos pasados Roberto Hernández Gallejones, nos recordaba como premisa que Portugalete era una importante Villa marinera con buques fondeados en su puerto habitualmente, y embarque de armadas, condiciones favorables para la existencia de mujeres dedicadas al oficio más viejo del mundo.

Francisco Sesmero, insigne portugalujo, siempre hablaba de su Villa Marinera, teniendo presente toda su historia en este aspecto, y nos viene a cuento al encontrar entre los numerosos artículo inéditos de nuestro compañero, Archivero Municipal, uno referente al embarque de un navío portugalujo corsario en 1742.

Dado que la villa era en ese siglo un importante nido de corsarios, le ha parecido muy interesante el poder detallar cuál era la tripulación de un buque dedicado al corsarismo en aquella época.

Fue el 4 de marzo de 1742, cuando Pedro de Balparda, Juan de la Llosa, Juan de Zubaran, Antonio de Loredo, Bartolomé de Mendívil y Manuel de Arróspide, todos ellos vecinos de la Villa, acordaron que se construyese a sus expensas un barco corsario de 26 codos de quilla con sus dos palos en el astillero “paraje mas propicio del puerto y jurizdicion de esta villa”, costeándole a partes iguales. El encargado de dirigir la obra sería don Pedro de Balparda, a quien por ser el comisario armador, se le entregaría la primera presa de corso y que figura también como capitán de dicha galera.

El documento del Archivo Histórico Municipal que ha sido objeto de estudio, reúne varias relaciones nominales de la gente de mar, que habiendo sido alistada en diferentes fechas en el puerto de la Noble Villa de Portugalete, formó la tripulación corsaria de esta embarcación.

En ella vemos como aquí se enrolaron más de un centenar de personas, de distintos países y naciones, ya fueran andaluces, vizcaínos, guipuzcoanos, cántabros, franceses, flamencos, gallegos, asturianos, holandeses, irlandeses, malteses, ….una docena de ellos portugalujos y muchos residentes durante ya un tiempo en la Villa, algunos en posadas como en las de María Grett, o en la de Agustina Álvarez.

Sus  oficios eran diversos, desde carpinteros, fusileros, marineros, maestres, contramaestres, pajes, grumetes, hasta cirujanos y cocineros.

El artículo se puede consultar en la Biblioteca Digital Portugaluja con el título
LA TRIPULACIÓN DE UN NAVÍO CORSARIO DE PORTUGALETE EN 1742

Para ilustrar esta entrada recurrimos al Plano de Texeira de 1634, donde se dibuja la Villa con varias naves fondeadas en su puerto y bajo estas líneas una foto más reciente del siglo pasado cuando la armada española también fondeaba en nuestro puerto, aunque en aquellos años 40 la “palanca” bilbaína era el polo de atracción de toda la provincia vizcaína.




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